Reporta el agente infiltrado Pedro Fonseca y Lima que, por el estrés, abandonó el empeño de no fumar más (le había durado un par de semanas) y en la tienda de la esquina, compró unos cigarrillos corrientes, con papel de arroz y sin filtro. No había de la marca y presentación que prefería, pero en ese estado, daba lo mismo; habría fumado lo que fuera.
Reporta el agente Fonseca y Lima que se encontraba harto intrigado por el mensaje que alguien se había tomado la molestia de resaltar en el libro que, espías u operadores políticos, parecieron utilizar para enviarse instrucciones de acción en un atentado. “La clave está en el autor”. ¿Se refería a Boris Pasternak, al autor del Dr. Zhivago, sobre el cual versaba el libro? ¿O sobre la autora del libro “Los secretos que guardamos” que novelaba la vida de Pasternak?
Reporta el agente Fonseca y Lima, que se le ocurrió visitar a Juan Antonio Fuentes, uno de los poquísimos pretendientes que le conoció a su madre y con quien realmente congenió desde pequeño. Don Juan Antonio, era dueño de una librería de viejo en la colonia Roma, así que, si alguien pudiese ayudarle a resolver el entresijo, era justamente, él.
Reporta el agente Fonseca y Lima que, Juan Antonio y su madre vivieron una larga relación de pareja que terminó abruptamente cuando ella, un martes que no se le olvida, le avisó que viajaría de trabajo a la ciudad de Nueva York de la que tanto hablaban y soñaban, y por alguna razón que desconoce, no lo invitó.
Juan Antonio, asumió que el amor se había terminado y nunca volvió a verla.
Reporta Fonseca y Lima que, con cierta frecuencia, Juan Antonio iba a saludarlo y a conversar, hasta que tiempo después, volvió con una antigua novia, se casó, formó una familia y la periodicidad sus visitas, se fueron distanciando hasta eliminarse por completo.
Reporta el agente Fonseca y Lima que en cuanto lo vio entrar a su tienda, don Juan Antonio, de apariencia mucho más vieja de lo que le había imaginado, le sonrió, le abrazó con entrañable cariño y le invitó a su despacho, lejos de las miradas y oídos de los transeúntes. Le reclamó, reporta, que no le hubiera participado la muerte de su progenitora, pero comprendió la situación y aceptó sus disculpas.
Juan Antonio Fuentes, escuchó atentamente el relato y, reporta Fonseca y Lima, le platicó que existía la hipótesis de que Boris Pasternak, había sido promovido por la CIA, pues en su obra, evidenciaba el atroz régimen comunista ruso, del cuál, tantos intelectuales se habían enamorado, víctimas de propaganda romántica e idealista. ¿Será esa la clave? ¿que la CIA está involucrada en el atentado?
Reporta el agente Fonseca y Lima, que después de esa observación, Juan Antonio le preguntó por los datos del libro del Deli.
“Es una extraña coincidencia que la autora del libro se llame igual que la protagonista del Dr. Zhivago, ¿no es cierto?”, menciona que le dijo. Reporta Fonseca y Lima, que después de picar algunas teclas en su ordenador, Juan Antonio Fuentes se quedó en silencio e hizo notar un error: “me has dicho que la editorial es Anagrama, pero nunca la ha publicado otro sello en español que no sea Seix Barral”.
Reporta el agente Fonseca y Lima que, en ese preciso momento, comprendió que “Lara Prescott” era a su vez, un anagrama que debía descifrar…
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