Esta semana se presentó la actualización de la Encuesta Nacional de Calidad Regulatoria e Impacto Gubernamental (ENCRIGE) que elabora el Inegi. Esta información es importante porque, entre otros factores, permite entender la experiencia de las empresas ante problemas como la inseguridad, el acceso a la justicia o la corrupción. Vale la pena señalar la importancia de la información presentada, pues la versión anterior corresponde a 2016.
Un primer dato relevante, es que de acuerdo con lo que responden las empresas, destaca que los procesos judiciales que enfrentan se han caracterizado crecientemente por imparcialidad (90.3% vs 61.5%), transparencia (85.7% vs 58%) y claridad (84.8% vs 53.7%). Resultados estadísticamente muy significativos, en especial en un país caracterizado por problemas en acceso a la justicia y altos niveles de impunidad.
En contraparte, si bien en 2020 se mantiene una imagen desfavorable de las cargas administrativas que deben enfrentar las unidades económicas con 45.7% frente a 50.9% que pensaba esto en 2016, los costos económicos relacionados con cargas administrativas se han incrementado muy significativamente para pasar de 58 mil 19 a 95 mil 760 pesos. Esto implica que los costos de las cargas administrativas siguen siendo un factor de peso para promover la actividad económica, lo que tiene mayor relevancia en un contexto marcado por las consecuencias económicas y sociales de la pandemia.
En lo que refiere a la inseguridad, 87% de las empresas no tuvieron que contratar policía privada en 2020, frente al 90.3% manifestado en 2016. En otras palabras, aumenta un 3% el total de unidades económicas que se ven obligadas a invertir en seguridad privada. Un dato muy relevante es que mejora de 32.2% a 39.9% el nivel de satisfacción con el trabajo de la policía municipal, con mayores niveles de aprobación entre las unidades económicas pequeñas (56.3%), medianas (47%) y grandes (44.8%). Esto nos permite destacar la importancia de invertir en la profesionalización y generación de capacidades institucionales para la policía municipal.
En el caso de la corrupción, disminuye muy significativamente la percepción de frecuencia de actos de corrupción, para pasar de 82.2% en 2016 a 71.5% en 2020, destacando además niveles muy bajos de percepción de corrupción en las unidades económicas pequeñas (31.5%), las medianas (45.7%) y la industria (59.6%). En contraparte, las unidades micro (77.6%), el comercio (79.4%) y los servicios (78.2%) tienen niveles por encima del promedio. También hay que destacar que, si bien en diez estados se reduce la percepción de corrupción, en Colima, Durango, Guerrero y el Estado de México se incrementa.
Las causas relacionadas con la percepción de corrupción son agilizar trámites (72.6%), evitar multas o sanciones (37.9%), evitar clausuras (36.4%), pagar menos impuestos (35.8%), obtener licencias (34.9%) o evitar inspecciones (33.4%).
Un aspecto especialmente delicado es que, si bien mejora la satisfacción de la policía, el contacto con autoridades de seguridad pública se mantiene como el tipo de trámite donde se expresa una percepción más alta de corrupción. De hecho, esta percepción se incrementa significativamente para pasar de dos mil 753 unidades de cada 10 mil unidades económicas que señalaban esta experiencia en 2016, para alcanzar tres mil 506 unidades en 2020. Las empresas no solo tienen que enfrentar los problemas y costos relacionados con la inseguridad pública, sino que además se ven obligados crecientemente a pagar el impuesto oculto de la corrupción para recibir este servicio público.
La reducción de la percepción de corrupción, la confianza en el sistema de justicia y la mayor satisfacción en el trabajo de la policía son buenas noticias por sí mismas, pero es necesario ser prudentes en tanto mas que una tendencia, pudiera tratarse solamente de un efecto temporal derivado de las restricciones a actividades presenciales impuestas por la pandemia. Será fundamental observar el comportamiento de estos datos en la próxima ENCRIGE para identificar si hay un cambio que represente una mejora significativa.
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