En el punto de no retorno climático

10 de Enero de 2025

Juan Antonio Le Clercq
Juan Antonio Le Clercq

En el punto de no retorno climático

No pasa mucho tiempo sin que algún nuevo reporte especializado nos advierta de los cambios acelerados y sin precedentes que sufren los ciclos y procesos planetarios, así como sus efectos irreversibles sobre la temperatura de la Tierra. Este mismo año, el IPCC señaló que el crecimiento de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) se dirige en una trayectoria hacia los 2.6ºC, que los impactos derivados del aumento en la temperatura son ya visibles y que se ha sub reportado la magnitud de las alteraciones a los ciclos naturales.

Independientemente de la cantidad de trabajos especializados que señalan riesgos crecientes y muy altos niveles de vulnerabilidad social involucrados en la emergencia climática, continuamos atrapados en la adicción a hidrocarburos, la tiranía de la agenda de problemas políticos inmediatos y en una indiferencia social ante la inacción de gobierno y el negacionismo promovido por intereses económicos globales.

Un grupo de investigadores vinculados al estudio de los límites planetarios, perspectiva que desde hace una década mide la forma en que la humanidad ha intervenido los ciclos y procesos naturales, publicó este mes un artículo que impactó en medios de comunicación y redes sociales. No era para menos, este trabajo advierte que la alteración de dichos ciclos y procesos vitales implica que se ha rebasado profundamente su capacidad de carga o para ser manipulados, con lo cual enfrentaremos transformaciones drásticas en el funcionamiento del planeta.

De acuerdo con los resultados de esta investigación, estamos ante puntos de inflexión climática que vuelven irremediables la destrucción de ecosistemas, la extinción de especies y el colapso de múltiples comunidades humanas, especialmente las más pobres y sujetas a profundas desigualdades socioeconómicas. Entramos de lleno a una era del riesgo y el daño catastróficos marcados por la negligencia de la comunidad internacional.

Seis puntos de no retorno se activarán, de acuerdo con esta investigación, antes de lo esperado y a partir de los 1.5ºC de aumento en la temperatura global: colapso de la capa occidental de hielo de la Antártida y de Groenlandia, muerte de los arrecifes de coral de baja latitud, pérdida abrupta del hielo en el mar de Barents, deshielo abrupto del permafrost del Ártico y colapso del giro subpolar del mar de Labrador. Adicionalmente, otros cuatro puntos de inflexión tendrían lugar bajo incrementos de entre 4 y 6º C: pérdida de los glaciares de montaña, muerte regresiva de la selva tropical del Amazonas, alteraciones en la vegetación de las zonas que recorre el monzón Occidental africano y el colapso de las cuencas subglaciares de la Antártida oriental.

Ante la probabilidad de que la temperatura aumente incluso por encima de los 4ºC, se proyecta el colapso de la capa oriental de hielo de la Antártida y del hielo invernal del Ártico, la desestabilización del bosque Boreal y el colapso de la circulación de vuelco meridional del Atlántico incluyendo cambios en el sentido de corrientes marinas. Alteraciones que, en sus consecuencias, impensables hace solo unas décadas, nos refieren a situaciones propias de la ciencia ficción distópica.

Las conclusiones de este estudio ponen en evidencia que la comunidad internacional se equivocó al establecer un aumento máximo de 2ºC como objetivo central de los acuerdos climáticos. El riesgo catastrófico comienza a partir de 1.5ºC y la humanidad se mantiene en una trayectoria de emisiones de GEI que podrían traducirse en aumentos en la temperatura el rango de 2.6ºC.

El daño a la integridad de los sistemas de la Tierra es irremediable y en muchos casos irreversible y, sin embargo, queda un pequeño margen para actuar con mayor ambición para reducir las emisiones globales y evitar escenarios catastróficos para la humanidad en su conjunto y en primer lugar para quienes viven en regiones cercanas al Ecuador o son vulnerables por su situación socioeconómica. Evitar que el planeta se convierta en un ambiente inviable para la vida humana dependerá de que el bla bla bla climático internacional se traduzca en acciones más efectivas y urgentes que sean medibles, verificables y reportables.

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