El Programa para el Bienestar de las Personas en Emergencia Social o Natural ha sido el instrumento de gobierno prioritario con los mayores recortes en lo que va del actual sexenio.
De los 2 mil 916 millones recibidos en 2020, para 2023 sólo obtuvo 355.7 millones, lo que representa una reducción de 88 por ciento.
Publicado tres semanas después del impacto del huracán Otis en Guerrero, donde hay más de 250 mil familias damnificadas, el Informe de Monitoreo de Programas Prioritarios 2023 elaborado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) advierte que el programa para atender a personas en situación de desastre no sólo bajó de rendimiento entre 2020 y 2022, sino que tiene evaluaciones pendientes para corregir sus fallas.
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“Se identifican cuatro programas prioritarios que bajaron su CEM (cumplimiento efectivo de metas). Los que pasaron de la categoría ‘destacado’ a ‘adecuado’ fueron Beca Universal para Estudiantes de Educación Media Superior Benito Juárez, Programa de Apoyo para el Bienestar de las Niñas y Niños, Hijos de Madres Trabajadoras y Programa para el Bienestar de las Personas en Emergencia Social o Natural. Además, el programa Sembrando Vida disminuyó su CEM de ‘destacado’ a ‘bajo’”, refiere el documento.
El Programa para el Bienestar de las Personas en Emergencia Social o Natural entrega apoyos económicos, en especie (bienes personales o herramientas para la cobertura de primeras necesidades, tales como alimentos, salud, habitación, higiene, medicamentos) de manera directa a personas afectadas por emergencias sociales o naturales con el objetivo de mitigar su situación de vulnerabilidad.
Según el informe de Coneval, “debido a insuficiencia presupuestal para su contratación, el programa tiene una evaluación de diseño pendiente derivada del Programa Anual de Evaluación 2020”, lo que le ha impedido mejorar los resultados.
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