En el combate frontal de las autoridades mexicanas contra la evasión fiscal generada por las llamadas empresas factureras, por el modelo de subcontratación de personal (outsourcing) y el ajuste de cuentas con grandes contribuyentes como BBVA, Wal-Mart México, IBM, América Móvil y FEMSA, el gobierno federal y el Congreso decidieron cobrar impuestos a las empresas filantrópicas (donatarias) y dejar libres a los sindicatos de obreros y patronales.
Derivado de la aprobación del paquete económico para el próximo año, la Presidencia de la República publicó hoy el decreto relacionado a la miscelánea fiscal en el Diario Oficial de la Federación (DOF). En lo que respecta a la Ley del Impuesto sobre la Renta (ISR), el decreto presidencial muestra la modificación al artículo 79, donde sobresale el impacto que sufrirán las asociaciones civiles sin fines de lucro.
“Quienes se ven muy afectados son las organizaciones civiles. Los sindicatos están relevados del pago del ISR”, comentó Elio Zurita Morales, integrante de la Comisión Técnica de Investigación Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México (CCPM).
La modificación del artículo 79, aplica para sindicatos obreros o patronales; cámaras de comercio o industriales, entre otras, que siendo empresas (personas morales) sin fines de lucro, están excluidas del pago del ISR.
Según el experto fiscal, con el decreto presidencial, a partir de 2021 para estar exentas del pago de ISR, las asociaciones civiles sin fines de lucro deberán estar autorizadas por la Secretaría de Hacienda para recibir donativos deducibles.
›Tanto la SHCP como Carlos Romero Aranda, procurador Fiscal de la misma dependencia, han acuñado la frase “Se acabó la fiesta para los evasores fiscales”, aunque en el pasado sindicatos, como el de los petroleros, fueron señalados por el desvío de recursos de las arcas de la nación a campañas políticas. También algunas organizaciones obreras triangularon pagos de empresas a trabajadores para erosionar la base gravable del ISR, según un reporte de la misma CCPM.
Así, con la presión de las autoridades fiscales, en medio de la peor recesión económica en la historia, la recaudación de ISR mantiene el segundo nivel más alto en la historia (para un periodo enero-octubre) con 1.41 billones de pesos. El máximo histórico se logró con Enrique Peña Nieto, sin recesión en 2018.
El logro del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) es por la presión a las grandes empresas (contribuyentes). En el primer semestre, esa recaudación aumentó 371% respecto al mismo lapso de 2018 y 208% respecto a igual periodo de 2019.
En tanto, más de 3 mil 600 sindicatos de trabajadores con cuotas sindicales de unos dos millones de trabajadores, están exentos del ISR. Además de los grandes beneficios en prestaciones a costa de los impuestos de los contribuyentes, también tienen la capacidad de afectar la economía sin consecuencia alguna.
Un ejemplo de lo anterior, son los constantes bloqueos a las vías del ferrocarril por parte de las organizaciones sindicales. Esto trae un impacto económico a la cadena de valor de industrias como la petrolera, automotriz, siderúrgica, minera, farmacéutica, ganadera, avícola, de alimentos y el comercio al menudeo.