Las estimaciones de crecimiento económico del Gobierno Federal se habían tomado como de una realidad alterna, o como algunos analistas la describieron, como “cifras alegres”. Pero ahora, las nuevas estimaciones, tanto de instituciones financieras internacionales como nacionales, han redirigido sus pronósticos ante un mejor resultado al esperado en las actividades económicas del país que muestran un mejor mercado interno.
Hoy, en su informe trimestral, julio-septiembre, el Banco de México ha modificado su estimación de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país hasta de un probable 3.2%, y un mínimo de 2.8% para este año, con una previsión puntual de 3.0 por ciento.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en los Pre-criterios Económicos 2023 que entregó en abril pasado, adelantaba que el PIB de este 2022 llegaría a ser de 3.4%, y para 2023 de 3.5%, lo cual fue criticado por los analistas del sistema financiero.
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En el Paquete Económico 2023, entregado el pasado septiembre al Congreso de la Unión, que incluye la estimación de este año, la Secretaría de Hacienda bajó el optimismo a un crecimiento de 2.4%, no obstante, y aún así los economistas lo tacharon de muy optimista. Actualmente, los economistas anticipan que las probabilidades de crecer aumentaron a un 2.5% en un sondeo de hace dos semanas levantado por Citibanamex.
Ahora sorprende el ajuste del Banco de México que es más optimista y que casi iguala la estimación del presidente Andrés Manuel López Obrador que en su discurso del domingo pasado durante su marcha señaló que mantienen un pronóstico de 3.4%, y en días pasados previó uno de hasta 4 por ciento.
Pese a los nuevos números, el Banxico no quita el dedo del renglón en una abrupta desaceleración para 2023, ya que prevé un PIB puntual de 1.8 por ciento.
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