Israel, Hamás y protección a las poblaciones civiles

20 de Diciembre de 2024

Omar Hurtado
Omar Hurtado

Israel, Hamás y protección a las poblaciones civiles

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Al momento de escribir estas líneas, en el contexto del violento conflicto armado entre Israel y Hamás, diversos medios informan que por lo menos 4 mil 137 palestinos habrían muerto durante los bombardeos israelíes a la Franja de Gaza y alrededor de 13 mil habrían resultado heridos. A esto se suma 1.4 millones de desplazados en esa zona, de una población de 2.4 millones.

Derivado del ataque del grupo terrorista Hamás el pasado 7 de octubre, habrían fallecido mil 300 israelíes, sumándose 3 mil heridos y alrededor de 200 personas tomadas como rehenes, entre los que se encontrarían niños, mujeres y ancianos. En este contexto se encendió la alarma y la preocupación de observadores, de estarse cometiendo posibles crímenes de guerra en ambas partes, donde las más afectadas son las poblaciones civiles.

Se han levantado voces que demandan el respeto al Derecho internacional Humanitario (DIH), ya que los civiles deben ser protegidos. Este derecho se origina ante las atrocidades que los conflictos armados pueden tener contra la humanidad, mismo que se desarrolla paulatinamente con los Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos Adicionales, entre otros.

El DIH busca atenuar los conflictos armados y sus efectos en las personas que no participan en estos, así como regular los medios y métodos de guerra.

A pesar de los esfuerzos que se hacen internacionalmente y en Naciones Unidas para evitar conflictos armados y respetar el derecho humanitario, nada funcionará si no hay voluntad política para evitar las crueles consecuencias de la guerra; entonces la existencia del DIH puede parecer ilusoria ante el terrorismo, esa deplorable acción de violencia material y psicológica, y el poder militar, político y de economía de guerra de las potencias militares. Pero debemos reconocer el gran aporte y los avances del necesario derecho internacional humanitario.

El Cuarto Convenio de Ginebra se refiere a la protección de civiles que se encuentren en zonas de conflicto o en territorios ocupados. Entre las disposiciones que podemos encontrar en este documento está la prohibición de la deportación de civiles, salvo por razones de protección; el respeto a los derechos familiares, prácticas religiosas y los hábitos y costumbres de los civiles; la protección de niños que hayan quedado huérfanos o estén separados de su familia; la potencia ocupante garantizará el abastecimiento a la población de alimentos, vestimenta y equipo médico y; facilitación del envío de socorro de organizaciones humanitarias, entre otras.

Se hace énfasis al principio de distinción, es decir, se deberá distinguir entre la población civil y sus bienes y los objetivos militares y, de proporcionalidad, que evita que los daños sean excesivos ante la ventaja militar.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, hizo un enérgico llamado a Hamás e Israel en materia humanitaria y al acceso de suministros, en tanto que la Organización Internacional de las Migraciones, manifestó preocupación ante las acuciantes necesidades de miles de civiles en Gaza, más de un millón de personas han tenido que dejar sus hogares, sin acceso a alimentos, agua potable, electricidad y combustible.

Si bien hay asignaturas pendientes de difícil respuesta, es indispensable propiciar el respeto a las reglas humanitarias de poblaciones civiles en los conflictos armados y llevar ante los tribunales internacionales a los criminales de guerra cuando esto proceda. Es una tarea indefectible de la comunidad internacional.