¿Qué ha evidenciado la pandemia sobre la igualdad de género?

8 de Noviembre de 2024

Simón Vargas
Simón Vargas

¿Qué ha evidenciado la pandemia sobre la igualdad de género?

simon vargas

“La igualdad de las mujeres debe ser un componente central en cualquier intento para resolver los problemas sociales, económicos y políticos.” Kofi Annan

La crisis sanitaria originada por el COVID-19 ha impactado en diferentes aspectos tanto sociales como antropológicos; cambió por completo la forma en la que nos relacionamos, no sólo con nuestros semejantes, sino con la naturaleza y el mundo; aceleró procesos como la cultura del home office, la migración educativa al ámbito digital (E-learning) y el comercio en línea; pero sobre todo ha colocado en evidencia situaciones a las que es necesario poner énfasis como la fragilidad de la economía, el cuidado de la salud, la procuración del medio ambiente y la necesidad de igualdad de género.

La rápida propagación del virus ha demostrado que éste no distingue entre clases sociales, nacionalidad o edad; sin embargo, de acuerdo al informe: COVID-19: A Gender Lens Protecting sexual and reproductive health and rights, and promoting gender equality publicado en marzo pasado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) se señala que los brotes de enfermedades afectan a hombres y mujeres de manera diferente, y que las pandemias empeoran las desigualdades a las que ya se enfrentan mujeres y niñas.

Desde hace varios años la lucha contra la desigualdad de género se ha convertido en un tópico ampliamente abordado a nivel mundial y los gobiernos han comenzado a desarrollar acciones dentro de la agenda política; desafortunadamente, los avances continúan siendo lentos, ya que a pesar de las reformas y regulaciones las convenciones sociales y los estereotipos aún mantienen los índices sobre la discriminación contra las niñas y las mujeres con amplios porcentajes.

Es incuestionable que la desigualdad de género lacera a nuestra sociedad, pero también tiene efectos en la economía, la política y la salud, tan sólo en datos del Informe Global 2019 del Índice de Instituciones Sociales e Igualdad de Género (SIGI) presentado por la OCDE, se estima que la discriminación por motivos de género acarrea pérdidas de ingresos a nivel mundial de hasta 6 billones de dólares (USD), equivalentes al 7.5% del PIB mundial; por otro lado, la Organización Mundial de la Salud calcula que alrededor del mundo las mujeres representan el 70% del personal sanitario remunerado y, a menudo son ellas quienes ejercen las profesiones de atención domiciliaria y comunitaria, sin embargo, a pesar de esto están infrarrepresentadas en los puestos directivos y de toma de decisiones de los sistemas de salud y la diferencia global de sueldo entre hombres y mujeres en el sector sociosanitario alcanza una media del 26% en los países de ingresos altos y del 29% en los de ingresos medio-altos.

La aparición del Coronavirus ha profundizado desigualdades de género ya existentes, no solo al interior de los hogares sino también en hospitales y centros de trabajo. Es así como el confinamiento, una de las medidas más efectivas para evitar la propagación del virus, a su vez se ha transformado en una condición donde mujeres, niñas y niños que viven con hombres violentos quedan mucho más expuestos a agresiones; tan sólo en nuestro país el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) reportó que durante el mes de marzo se detectó un incremento del 23% con respecto a febrero en llamadas al 911 por incidentes de violencia familiar.

La pandemia ha hecho evidentes brechas e injusticias con respecto a la igualdad de género, como la limitación en cuanto a la posibilidad de acceder a los servicios de salud sexual y reproductiva, lo cual podría incrementar la mortalidad materna.

Así mismo, en cuanto al sector laboral son las mujeres quienes presentan una mayor propensión a la inequidad, ya que de acuerdo a información presentada por la Organización Internacional del Trabajo el 60% de las mujeres de todo el mundo trabajan en la economía no estructurada, ganan menos, ahorran menos y corren un mayor riesgo de caer en la pobreza; lo que significa que la pandemia perjudicará seriamente a aquellos hogares donde la principal fuente de ingresos recaiga en una mujer.

La crisis sanitaria nos ha enseñado que las implicaciones son diferentes para hombres y mujeres por lo que hoy más que nunca debemos trabajar en la adhesión de la igualdad de género, primeramente hay que reconocer que las mujeres son imprescindibles en el combate al virus ya que son en la mayoría de los casos las primeras respondientes sanitarias; en segundo lugar, se les debe implicar en todas las fases incluyendo la toma de decisiones y finalmente hay que crear estrategias enfocadas en el empoderamiento y la recuperación económica. ¿Qué ha evidenciado la crisis sanitaria sobre la desigualdad? Que a pesar de lo que se ha avanzado sobre el tema, aún debemos continuar trabajando hasta lograr una participación igualitaria; que contrario a lo que podría creerse tenemos que admitir que la pandemia impacta más en cada una de ellas y que es responsabilidad de todos evitarlo; pero sobre todo que nos enfrentamos a un momento decisivo para la humanidad donde ningún retroceso en cuanto al combate sobre la desigualdad de género debe ser admisible.