El presidente ruso, Vladimir Putin, formalizará el viernes en una ceremonia en Moscú la anexión de cuatro territorios ucranianos a Rusia, ampliamente denunciada por la comunidad internacional.
Ucrania, que cuenta con el apoyo de los países occidentales, prometió seguir su contraofensiva lanzada hace un mes a pesar de las amenazas de Moscú de emplear armas nucleares para proteger los territorios anexionados.
Tras los referendos celebrados del 23 al 27 de septiembre, la ceremonia en el Kremlin ratificará la anexión de cuatro regiones de Ucrania controladas en parte por Moscú: Donetsk y Lugansk en el este, Jersón y Zaporiyia en el sur.
En decretos publicados el jueves por la noche, Putin reconoció la independencia de las dos regiones meridionales. “Ordeno reconocer la soberanía del Estado y la independencia” de Zaporiyia y Jersón, indicó.
En febrero, poco antes de lanzar su ofensiva en Ucrania, Moscú hizo lo mismo con Donetsk y Lugansk, controladas parcialmente por separatistas prorrusos desde 2014.
La ceremonia para formalizar la anexión de estos territorios “se celebrará mañana (viernes) a las 15:00 horas (12:00 horas GMT) en el Kremlin”, dijo a la prensa el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.
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“Vladimir Putin pronunciará un discurso” durante el acto, añadió.
El viernes, gran parte del centro de Moscú estará cerrado a los vehículos y, según los medios de comunicación rusos, habrá un concierto frente al Kremlin, durante el que podría aparecer Putin.
El líder ruso afirmó este jueves que los conflictos en su antigua zona de influencia, incluida Ucrania, son el “resultado del derrumbe de la Unión Soviética”. Según él, se está formando en este momento “un orden mundial más justo”, a través de un “proceso difícil”.
En respuesta, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, anunció la celebración de una reunión “urgente” el viernes de su consejo de seguridad nacional.
Lejos de deponer las armas, Kiev reclama más ayuda militar a sus aliados para continuar con su contraofensiva, cuyos avances forzaron al Kremlin a decretar una movilización parcial de sus reservistas.
El Senado de Estados Unidos respondió a la petición de Kiev aprobando un nuevo paquete de más de 12 mil millones de dólares, que incluye 3 mil millones para armas, provisiones y salarios para el ejército ucraniano.
Mismo escenario que Crimea
Rusia aceleró el proceso de anexión de estas regiones frente a la importante contraofensiva que lanzó Kiev.
Ucrania y los países occidentales calificaron los referendos de “simulacros” y ya dijeron que no reconocerían estas anexiones. Incluso China, cercana a Moscú, pidió respeto a “la integridad territorial de todos los países”.
“Cualquier decisión de proceder a la anexión de las regiones ucranianas de Donesk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia no tendrán ningún valor legal y merecen ser condenadas (...) Es una escalada peligrosa. Esto no tiene lugar en el mundo moderno”, dijo este jueves el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
El Consejo de Seguridad de la ONU votará el viernes una resolución de condena de estos referendos, indicó la presidencia francesa de este órgano, aunque sin chances de ser aprobada por el poder de veto de Rusia.
El escenario actual sigue el ocurrido en 2014 en Crimea, una península del sur de Ucrania anexada por Moscú y tampoco reconocida por la comunidad internacional. La unión de estos territorios ucranianos marca una escalada en la ofensiva de Rusia en Ucrania.
Varios responsables y comentaristas rusos han afirmado que, cuando estas zonas hayan sido anexionadas, Moscú podrá utilizar el arma nuclear para “defenderlas”.
Putin declaró la semana pasada que Rusia estaba dispuesta a recurrir a “todos los medios” de su arsenal para “defender” su territorio.
“Importantes combates”
Tras recuperar la mayor parte del noreste, Ucrania parece prepararse para intentar reconquistar Limán, un importante centro ferroviario en la región de Donetsk controlado por Rusia desde mayo.
Las autoridades separatistas en la región han reconocido la dificultad de los combates. “El enemigo lanza ataques para rodearnos”, dijo Alexei Nikonorov, un alto funcionario de Donetsk, a la televisión rusa.
El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), un centro de investigación estadounidense, señaló que se estaban produciendo “importantes combates” en la zona. La reconquista de Limán permitiría a Kiev avanzar tanto en Donetsk como en Lugansk, añadió.
Al mismo tiempo, las fuerzas ucranianas recuperaron el control de la totalidad de la ciudad de Kupiansk, en el noreste, y expulsaron de la orilla oriental del río Oskil a las tropas rusas que las hostigaban con su artillería, constató un reportero de AFP.
Los rusos seguían bombardeando varias ciudades ucranianas. Al menos cinco civiles murieron en la parte bajo control ucraniano en Donetsk y un niño murió en la noche en Dnipró (este).
“Mejor que matar a gente”
En Rusia, sigue la movilización de cientos de miles de reservistas para reforzar al ejército, así como el éxodo de decenas de miles de rusos que temían ser llamados a filas.
“Fue muy difícil dejar todo atrás. Mi casa, mi patria, mi familia. Pero es mejor que matar a gente”, dijo a AFP un joven de 20 años que llegó a Mongolia por la frontera terrestre y que prefirió mantener el anonimato.
Enfrentado a una fuerte alza de las llegadas desde Rusia, Finlandia, otro vecino de Rusia, anunció que cerrará a partir del jueves a medianoche (21:00 horas GMT) sus fronteras a los ciudadanos rusos provistos de visado de turismo europeo para el espacio Schengen.
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