Por orden directa del presidente de Rusia, Vladímir Putin, se le ha concedido la ciudadanía rusa a Edward Snowden, exempleado y exanalista del servicio secreto estadounidense de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés).
El analista es conocido por denunciar un programa de espionaje internacional de Estados Unidos antes de que recibiera asilo en Rusia.
“Snowden Edward Joseph, nacido el 21 de junio de 1983 en Estados Unidos”, fue el nombre que salió en una lista de personas seleccionadas desde el Kremlin para continuar de manera inmediata con su proceso de nacionalización, en medio de la guerra contra Ucrania.
El nombre del analista salió junto al de varias decenas de personas de diferentes países que tuvieron el beneficio de Putin.
Según informó Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, Snowden ya había solicitado la nacionalidad rusa tiempo atrás. El representante de este último informó que la esposa también solicitará la ciudadanía rusa.
La postura de Estados Unidos, anterior a la nacionalización de Snowden, ha sido la misma que para Julian Assange, pues lo solicitan para ser juzgado en suelo estadounidense.
Ned Price, portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, afirmó que su “postura no ha cambiado: el señor Snowden debe regresar a Estado Unidos donde se debe enfrentar a la Justicia, tal y como cualquier otro estadounidense lo haría”.
Sin embargo, no será reclutado para la movilización parcial anunciada el presidente Putin hace unos días y que afecta a 300 mil rusos. El representante de Snowden, Anatoli Kucherena, argumentó que hay un protocolo establecido por la legislación rusa sobre los que están sujetos al reclutamiento por movilización parcial.
“Como Edward no ha servido en el Ejército ruso, no tiene práctica ni experiencia en el servicio militar, no está sujeto al reclutamiento”, afirmó Kucherena.
En 2013, el agente estadounidense desveló el espionaje ilegal que realizaba Estados Unidos y Reino Unido a sus propios ciudadanos, así como a distintos presidentes y primeros ministros de otros países.
El programa comenzó tras los ataques terroristas contra Estados Unidos del 11 de septiembre y se basó en la vigilancia telefónica que recopilaba información sobre las llamadas y mensajes para rastrear los contactos entre sospechosos de terrorismo.
Asimismo, reveló el programa PRISM con el que la NSA recopilaba datos de comunicaciones de Internet de varias compañías tecnológicas estadounidenses, como Microsoft, Google, Facebook, Yahoo! y Apple.
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