El fin del acuerdo de exportación de granos no fue suficiente para el gobierno de Vladímir Putin. Ante los ofrecimientos de ayuda internacional, Rusia respondió de dos maneras. La primera de ella fue con un anuncio de que cualquier buque que se acerque a los puertos de Odesa para participar en la exportación de grano, será considerado “enemigo”, lo que implica que la nacionalidad de los tripulantes será tomada en cuenta como parte participante del conflicto que hasta ahora solo involucra directamente a Rusia y Ucrania.
La segunda táctica, denunciada por el propio país invadido, fue el ataque directo a los cargamentos de cereales. Llevada a cabo durante la noche, la agresión acabó con al menos 60 mil toneladas de granos que se encontraban almacenadas en el puerto de Chornomorsk. “Necesitaremos al menos un año para reparar por completo las infraestructuras dañadas”, señaló el ministro Mikola Solski.
Desde el día de ayer, los ataques sobre Odesa se han intensificado. Los misiles y aviones no tripulados se han enfocado en la infraestructura portuaria, un hecho señalado por el propio presidente Zelenski. “Este fue quizás el mayor intento de Rusia de infligir dolor a Odesa en todo el periodo de guerra a gran escala. Gracias a la defensa aérea y a todos nuestros defensores del cielo, las consecuencias de este ataque son aún menores de lo que podrían haber sido”, señaló.
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Sus palabras fueron confirmadas por la Fiscalía ucraniana, que a través de Telegram informó que se trata del mayor ataque ruso en la región. “Terminales de grano y petroleras fueron dañadas”, así como “casas, infraestructuras agrícolas y coches”, dio a conocer.
En su defensa, Rusia aseguró que los edificios dañados eran “instalaciones industriales militares, infraestructura para combustible y depósitos de municiones de las fuerzas armadas ucranianas”.
Los ataques tuvieron lugar después de que autoridades locales de la península de Crimea, anexionada por Rusia, ordenaron la evacuación de más de dos mil civiles por un incendio declarado en un campo militar; una acción que fue adjudicada a Ucrania.
Pero la ofensiva rusa podría ir más allá, ya que según lo dicho por Estados Unidos, el gobierno de Putin planea atacar buques que transportan cereales desde Ucrania en el mar Negro para después culpar de ello a Kiev.
Al cierre de esta edición, las alertas continúan sonando en Odesa, y no se ha especificado el número de víctimas ni el valor total de los daños.
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