Los Juegos Paralímpicos son otra oportunidad para que los países demuestren su superioridad atlética, y en el caso de potencias como Estados Unidos, para demostrar su liderazgo mundial. A pocos días de que acabe el evento, la nación más poderosa del mundo ha marcado varios hitos y récords para la historia.
Uno de ellos es el de Anastasia Pagonis, quien con sólo 17 años ganó una medalla de oro en los 400 metros de natación estilo libre, rompiendo su propio récord mundial con 4:54.49 y dándole el primer oro de estos juegos a su país. Con esta marca, Pagonis estableció una nueva marca global en esta disciplina de las pruebas paralímpicas: más de 10 segundos por delante de la medallista de plata y 13 segundos adelante de la medallista de bronce.
Otra joven de oro en natación es Gia Pergolini, de 17 años, quien también se llevó el oro en los 100 metros espalda con un tiempo de 1:04.64. “Voy a salir y dar lo mejor de mí y si consigo un récord mundial, sería genial”, pronosticó antes de su competencia.
De igual forma, Breanna Clark fue otra de las encargadas de romper un récord. 55,18 segundos fue la marca que impuso en carreras de categoría T20 (para deportistas con discapacidad intelectual).
La delegación estadounidense, compuesta de 242 atletas, tiene más atletas mujeres que hombres y eso se refleja en las victorias: el 66% de las medallas totales han sido ganadas por ellas, y el 77% de los primeros lugares también han sido femeninos.
Más allá de la histórica participación femenina, también los hombres han conseguido importantes victorias. Robert Griswold reclamó el primer puesto en 100 metros de natación espalda categoría masculina, rompiendo así el récord mundial que se estableció en los Juegos Paralímpicos de Río 2016. El atleta consiguió una marca de 1:02.55 y cortó con medio segundo el anterior récord olímpico.
Hasta el momento, Estados Unidos suma 72 medallas, de las cuales 25 son de oro.