Pues no fueron diferentes
CIUDAD DE MÉXICO, 10SEPTIEMBRE2020.- Andrés Manuel López Obrador, presidente de México acompañado de Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación; Román Meyer Falcón, secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urban; Manuel Bartlett Díaz, director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE); Diana Álvarez Maury, directora general del Banco del Bienestar; Blanca Jiménez Cisneros, directora general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), durante la conferencia matutina que se lleva a cabo en Palacio Nacional. FOTO: ANDREA MURCIA /CUARTOSCURO.COM
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Doña Blanca Elena pidió Francia no porque se sintiera atraída por la investigación y los expertos en su campo de experiencia sino porque como ahí estudian sus dos hijas y quiso estar cerca de ellas, un deseo que a la cesada funcionaria le cumplieron
Ya salió el peine completo del porqué la destituida directora de Conagua, Blanca Elena Jiménez, fue designada embajadora en Francia. Dicen los que saben que no fue nada fortuito o descuidado de que la nombraran en una de las cinco principales embajadas de México en el mundo, sino que, como se llegó a hacer en el pasado, no tan lejano por cierto, fue por hacerle un favor. Doña Blanca Elena pidió Francia no porque se sintiera atraída por la investigación y los expertos en su campo de experiencia —que es hídrico—, sino porque como ahí estudian sus dos hijas y quiso estar cerca de ellas, un deseo que a la cesada funcionaria le cumplieron.