California es más que las megalópolis de Los Ángeles y San Francisco. Entre estas dos ciudades, los sacerdotes evangelizadores españoles levantaron 21 misiones que con el tiempo crecieron hasta convertirse en ciudades, hoy conectadas por la autopista costera del Pacífico (PCH, por sus siglas en inglés).
La PCH tiene una extensión de mil 056 kilómetros. La construcción de algunos tramos inició en 1911 y con recursos provenientes del New Deal del presidente Franklin D. Roosevelt, en 1934 se completó la pavimentación de una carretera de dos carriles.
La PCH se destaca como una maravilla de la ingeniería, atravesando bosques con árboles imponentes, pueblos con hermosas playas, ideales para el surf, y poblaciones dedicadas a la producción de vino. Aunque es posible recorrer esta carretera en un día, se recomienda tomarse un tiempo para visitar las poblaciones que se atraviesan.
Si decides iniciar tu recorrido en Los Ángeles para ir hacia el norte, te presentamos las paradas que no debes perderte.
Vieja misión de Santa Bárbara
Fue fundada por los franciscanos en 1786, convirtiéndose en la sede de la primera catedral de California y siendo conocida como la “Reina de las misiones”. El edificio fue reconstruido en 1820 luego de haber sido destruido por un terremoto. La misión alberga un pequeño museo y un jardín que atraen a cientos de turistas debido a la variedad y belleza de sus flores.
Pismo beach
Llegar a Pismo es como subir a un DeLorean y retroceder 70 años en el tiempo, a un pueblo con una fuente de sodas y luces de colores pastel. Sólo esperas que en cualquier rockola suene música de los Beach Boys. La playa de arena blanca está dominada por su espectacular muelle. La visita a las dunas es obligatoria y se puede tomar el trolebús para recorrer sus playas..
San Simeón
En 1919 el magnate de medios de comunicación William Randolph Hearst inició la construcción de un castillo en una de las cumbres del pueblo de San Simeón. La megalomanía de Hearst no conocía límites (Orson Wells se inspiró en Hearst para recrear su personaje principal en la película Ciudadano Kane). El resultado fue una excéntrica mezcla de estilos arquitectónicos que incluía influencias hispano-árabes, de monasterios góticos, iglesias renacentistas y villas coloniales, además de estar adornado con piscinas al estilo romano y el zoológico más grande del mundo. La fachada recuerda más a una iglesia española que a un castillo. Muchas de sus salas incorporan piezas originales de conventos y monasterios. El comedor exhibe sillería del coro de la catedral de Santa María de Urgel, y el estudio gótico de Hearst está adornado con artesonados provenientes de iglesias de Aragón.
Marion Davies, amante de Hearst, habitó el castillo; eran legendarias las cenas en las que participaban estrellas como Charles Chaplin, Joan Crawford, Clark Gable, Gary Cooper y otros. San Simeón te dejará boquiabierto.
Big Sur
Entre San Simeón y Carmel, la autopista se adentra en una zona montañosa, con acantilados que caen abruptamente hacia la costa del Pacífico. Este tramo es considerado uno de los tramos costeros más impactantes del mundo, con vistas incomparables y la belleza de los bosques de secuoyas. La región es perfecta para realizar senderismo y participar en actividades al aire libre. Una de las atracciones destacadas de la zona es el puente Bixby Creek, reconocido por su diseño estético y el impresionante entorno, convirtiéndolo en uno de los lugares más fotografiados.
Carmel
Esta pintoresca ciudad es el corazón de una comunidad artística y su alcalde en un momento fue Clint Eastwood. En 1770, fray Junípero Serra fundó la misión de San Carlos Borromeo de Carmelo cerca de Monterey, aunque más tarde se trasladó a su ubicación actual. Carmel fue el centro de la Alta California. Una de las principales atracciones de Carmel es su arquitectura, y uno de los sitios más famosos es la casa Tor House, que cuenta con una torre de 12 metros adornada con piedras provenientes de todo el mundo, incluyendo algunas de la Gran Muralla China. La residencia Walker es otra maravilla arquitectónica de la ciudad. Este moderno edificio de piedra está situado justo en la playa y fue diseñado por el famoso arquitecto Frank Lloyd Wright.
El punto final de este viaje es San Francisco. Y cuando llegues a esta ciudad, como dice la canción, Be sure to wear flowers in your hair.