Hacer reforestaciones exitosas, algo vital para recuperar la salud ambiental del planeta, no se trata simplemente de sembrar árboles; las condiciones de degradación en que se encuentran los terrenos, el medio ambiente y los ecosistemas circundantes, entre otros factores, influyen mucho en el resultado final.
La herramienta Diversity for Restoration (D4R), que fue desarrollada por científicos de la Alianza Internacional por la Biodiversidad y el Centro Internacional de Agricultura Tropical es una encuesta sencilla que permite tomar decisiones de acuerdo a factores como si el suelo está muy compactado por décadas de pastoreo de ganado, si se encuentra erosionado o es deficiente en nutrientes, los objetivos del proyecto de reforestación, y muy importante en los trópicos hiperdiversos, cuáles especies de árboles son las correctas para plantar.
La herramienta fue diseñada para los bosques secos de Colombia pero ahora se está usando en zonas de Perú, Ecuador, Burkina Faso y Camerún, y los científicos que la hicieron, y que publicaron su descripción el viernes pasado en el Journal of Applied Ecology esperan que pronto se sumen más países.
Los gobiernos de muchos países están anunciando grandes planes sobre la plantación de árboles, pero no siempre pueden ejecutar estos planes de manera eficaz”, dijo en un comunicado Chris Kettle, coautor del reporte.
El científico de la Alianza añade que D4R genera información que no puede obtenerse por monitoreo satelital y que es “necesaria para asegurarse de que las especies de árboles seleccionadas coincidan con las condiciones locales del área y los objetivos de restauración, teniendo en cuenta las consideraciones culturales, políticas y medioambientales locales”.
Con una cantidad sin precedentes de nuevos compromisos de restauración e inversiones en línea, habrá muchos jugadores nuevos que se involucrarán en esto sin mucho conocimiento o experiencia previa”, dijo Evert Thomas, otro científico de la Alianza. “Es más importante que nunca seleccionar las especies que tienen más probabilidades de sobrevivir a la fase crítica y temprana de la restauración para que cualquier proyecto sea un éxito a largo plazo”.
30 kilogramos de CO2 puede absorber un árbol en un año.