Próximo recorte equivale a la mitad de los programas 4T
Hacia los primeros dos años del gobierno de López Obrador, la economía crecerá menos respecto al mismo lapso de la gestión de Enrique Peña Nieto. El ajuste del gasto a 2020 equivale a todo un año del impuesto del “gasolinazo”
La reducción en las perspectivas económicas para 2019 y 2020 fue positiva para varios grupos financieros en el país, pero además de aplaudir la prudencia de la Secretaría de Hacienda (SHCP) para ajustarse al menor ritmo de crecimiento global, los economistas han mostrado preocupación por el ajuste el gasto programable en 204 mil 200 millones de pesos para el próximo año.
Ante las perspectivas globales, la SHCP envió al Congreso de la Unión los Pre-Criterios 2020 en los que además de ajustar a la baja la perspectiva del crecimiento económico, adaptó a la baja los ingresos a las arcas de la nación. Para este año, los ingresos presupuestarios podrían representar 121 mil 152 millones menos respecto a 5.298 billones de pesos aprobados por el Congreso, es decir que sólo esperan captar 5.177 billones.
En 2020, el ajuste en el gasto será de 204 mil 200 millones de pesos, respecto a lo aprobado en 2019. Esto representa una baja de 4.8% en términos reales, equivalente a lo que recaudó el gobierno federal por el Impuesto al Valor Agregado (IVA) en el primer trimestre del gobierno de López Obrador, es decir, en diciembre, enero y febrero.
Pero ese ajuste al gasto programable, derivado de la menor recaudación para 2020, equivale a lo que el gobierno recolectó de Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) de gasolinas y diésel; ante ese boquete, especialistas han solicitado mayor información para medir un potencial impacto.
El responsable del análisis económico en el Grupo Financiero Ve por Más, Alejandro Saldaña, advirtió que será crucial tener mayor información sobre los ajustes al gasto, pues podrían generar un choque negativo adicional en el crecimiento económico, lo que retroalimentaría los riesgos para los ingresos del gobierno federal y el cumplimiento de algunas de las metas fiscales”.
La reducción de la actividad económica impactará en consecuencia a la creación del empleo formal, aseguró Ignacio Martínez, coordinador del Laboratorio de Análisis, Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En 2018, se registraron 19.82 millones de trabajadores (promedio anual) permanentes en el IMSS, cifra que marcó un máximo histórico. El mayor incremento se registró en 2017 con más de 802 mil trabajadores.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2017 de todo el personal ocupado en el país, 57 de ellos eran informales; la economía informal contribuyó el 22.7% del PIB total.
Esa informalidad es “la reducción de la elevada tasa de informalidad requerirá acciones coordinadas en materia de fortalecimiento del cumplimiento, política fiscal, regulaciones laborales y de las empresas, y de la red de protección social, con el objetivo de mejorar el alineamiento de los incentivos para formalizar e impulsar los recursos hacia empresas más productivas o formales”, señala la OCDE en el reporte México 2019.
Y por el apoyo a la petrolera “podría contribuir a aumentar los pasivos contingentes del soberano y disminuir las perspectivas de crecimiento del PIB. El consecuente debilitamiento del perfil financiero del soberano podría llevarnos a bajar las calificaciones”, informó el martes la calificadora Standard & Poor’s.
Con el recorte a los pronósticos del PIB, en el crecimiento económico en el primer bienio del gobierno de Andrés Manuel sería de 3.53%, por debajo del 4.20% registrado en el mismo periodo en los dos primeros años del sexenio de Enrique Peña Nieto, aunque sería mayor a los registrados en el primer bienio de Felipe Calderón, Vicente Fox y Ernesto Zedillo.
LGG