La producción alimentaria en México, tanto terrestre como marítima, en los próximos decenios está seriamente amenazada por el cambio climático, para todos los rangos de aumento de temperatura promedio global que podrían esperarse. Para finales de este siglo, la reducción podría ser de hasta el 30% o más.
De acuerdo con las proyecciones publicadas hoy en el resumen del sexto informe del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), las respuestas en las áreas de cultivo a los cambios de temperatura, precipitación, radiación solar, humedad, viento y el crecimiento impulsado por dióxido de carbono y la retención de agua serán negativas en diversos países destacando México, el este de Estados Unidos, Centroamérica y el sureste asiático.
Esta proyección, que prevé afectaciones sobre todo, aunque no en exclusiva, a países en zonas tropicales, no considera factores como falta de agua de irrigación, plagas, cambios en tecnología agrícola o catástrofes climáticas.
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Si bien en las estimaciones del IPCC de los cambios en el rendimiento de los cultivos de maíz para las últimas dos décadas de este siglo hay algunas pequeñas zonas donde mejorará en los tres escenarios analizados (de temperatura global promedio de 2.0, 4.1 o 4.9 °C), ninguna de ellas se encuentra en México, Centroamérica ni el norte de Sudamérica, donde el rendimiento caerá hasta en 10% en el primer escenario y llegaría a estar en 20 % y 30% para los más drásticos.
Por otra parte, las proyecciones para las respuestas de las pesquerías y los ecosistemas marinos, debidas a cambios en temperatura, niveles de oxígeno y producción primaria neta, son alarmantes para, más o menos, las mismas zonas; aunque en este caso México con una reducción de alrededor del 20%, se vería menos afectado que el sudeste asiático (35%).
El IPCC también analiza el impacto del cambio climático en la diversidad biológica, renglón en que México también está amenazado, en especial en las regiones terrestres costeras; aunque si el promedio de temperatura supera en más de 3 °C al que había entre 1850 y 1900, la biodiversidad de todo el país y de todo el mundo tendrá afectaciones graves, afectando de manera desproporcionada a las especies marinas.
México sólo tiene un nivel comparativamente bajo de amenaza en el renglón de las afectaciones a la salud humana debidas a los cambios en la temperatura y humedad ambientales; aunque podría ser elevado en el sureste del país, probablemente debido a que las condiciones socioeconómicas y otros parámetros no climáticos tienen una influencia importante en este tipo de afectaciones.
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