Tres ex miembros del directorio de Audi y un ex alto responsable de ese fabricante automovilístico fueron procesados en Alemania, acusados de “fraude” en el marco del escándalo de los motores diésel manipulados, anunció este jueves la justicia.
Estas tres personas “hicieron, teniendo conocimiento de la manipulación, que los vehículos concernidos de las marcas Audi y Volkswagen continuasen siendo vendidos”, según la fiscalía de Múnich (sur), una de las jurisdicciones a cargo de este caso con múltiples ramificaciones por el cual ya están procesados el expresidente de Audi, Rupert Stadler, y el del grupo Volkswagen, Martin Winterkorn.
La primera audiencia concerniente a Stadler, también juzgado por fraude junto a otros tres ejecutivos, está prevista para el próximo 30 de septiembre.
Será el primer responsable de alto rango del grupo Volkswagen en responder ante la justicia en Alemania sobre este escándalo, que estalló en septiembre de 2015 y precipitó a la industria automotriz, joya industrial y orgullo de ese país, a una crisis de la que aún intenta salir.
Volkswagen había reconocido la manipulación de 11 millones de vehículos con un software que los hacía parecer menos contaminantes durante las pruebas de laboratorio que en las rutas.
La fiscalía no dio los nombres de los cuatro ejecutivos procesado el jueves, pero según el diario económico Handelsblatt se trata de exdirectores de investigación y de un antiguo director de compras.
Más allá de estos procesos alrededor de Audi, en el centro del caso dado que ciertas responsabilidades sobre los motores recayeron en la marca, el grupo Volkswagen ya ha saldado una gran parte de la multa penal y civil en Alemania.
La firma aceptó desembolsar al menos 750 millones de euros (unos 890 millones de dólares) para indemnizar a 235.000 clientes en el país y, tras una derrota en el máximo tribunal civil que le ordenó reembolsar parcialmente a los compradores, el fabricante se ofrecerá a pagar una cierta suma a una gran parte de los 60.000 restantes.
Audi ha pagado una multa de 800 millones de euros (unos 950 millones de dólares) por “incumplimientos” en su “deber de supervisión” en la homologación de automóviles diésel.
El escándalo le ha costado al grupo más de 30.000 millones de euros (unos 35.500 millones de dólares), de los cuales varios miles de millones destinados a compensar a sus clientes de Estados Unidos.
El director general del grupo Herbert Diess y el presidente del consejo de supervisión Hans Dieter Pötsch también comparecieron en la justicia el pasado mes de septiembre por manipulación de los mercados financieros. Pero pudieron evitar un juicio tras un acuerdo financiero de nueve millones de euros (unos 10,6 millones de dólares).
En materia civil, la última gran demanda pendiente es la de los inversores que piden una indemnización por la caída del precio de las acciones tras las revelaciones.