La justicia argentina condenó a prisión perpetua a 28 exmilitares que cometieron crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura militar, al terminar una histórica megacausa conocida como “La Perla”.
Durante una hora y 35 minutos, el Tribunal Oral Federal 1 de la ciudad de Córdoba leyó un fallo que absolvió a otros seis represores y condenó a nueve más a penas de dos a 14 años de prisión.
El proceso, que comenzó en diciembre de 2012, es emblemático por su magnitud, ya que se investigaron secuestros, torturas, asesinatos, desapariciones y robo de bebés en contra de 716 víctimas.
Su importancia se debe también al cúmulo de acusados, porque cuando comenzó el juicio el listado incluía a 54 represores pero 11 de ellos murieron en el transcurso de las audiencias debido a su avanzada edad.
“La Perla”, ubicado en la ciudad de Córdoba, fue el mayor centro clandestino de detención, fuera de Buenos Aires, que operó durante la dictadura que gobernó Argentina de 1976 a 1983 y que dejó una estela de decenas de miles de desaparecidos.
Las autoridades calculan que a esta cárcel ilegal fueron llevados entre dos mil 500 y tres mil perseguidos políticos.
A lo largo de 350 audiencias, 581 testigos, entre ellos 340 sobrevivientes, expusieron ante el tribunal historias y pruebas de los crímenes cometidos en esa prisión clandestina y que son considerados de lesa humanidad, es decir, imprescriptibles.
También se incluyeron delitos cometidos en otros tres centros clandestinos de Córdoba, uno de ellos conocido como “Campo de la Ribera”, que era un departamento policial.
Entre los acusados, destaca el exgeneral de 89 años, Luciano Benjamín Menéndez, uno de los represores más temibles de este país y quien este jueves acumuló el récord de 15 condenas, la mayoría a cadena perpetua, por centenares de crímenes.
Durante el juicio de “La Perla”, Menéndez volvió a justificar la represión con el argumento de que en Argentina “hubo una guerra internacional entre nuestra patria y el marxismo”.
Aseguró que “el combate a los subversivos” tuvo “la franca aprobación del pueblo argentino” y consideró que “este es un juicio en el que los delincuentes acusan a las fuerzas legales y se presentan a la justicia diciendo que son las víctimas”.
Las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo estuvieron presentes en la lectura del fallo, mientras que las calles alrededor de los tribunales se colmaron de personas que fueron a escuchar la sentencia con la esperanza de que nunca más se vuelvan a repetir estos crímenes.
Argentina es el único país latinoamericano que ha logrado condenar a los represores que, de acuerdo con la justicia, participaron en un genocidio que exterminó a miles de personas durante una de las dictaduras más sangrientas que padeció la región.
vía Notimex