Los primates, los parientes más cercanos de la especie humana, están en grave riesgo en los ecosistemas de Brasil. Este fue el hallazgo que publicó Juan Carlos Guix, colaborador de la Facultat de Biologia, Universitat de Barcelona, en el Centre de Recursos de Biodiversitat Animal (CRBA), de la Facultat de Biologia de la Universitat de Barcelona, que descubrió que la deforestación, la fragmentación de los hábitats y las enfermedades han impactado seriamente en los primates de la Mata Atlántica en el sudeste y sur de Brasil en una forma muy particular.
Los problemas ya mencionados han contribuido a que los primates frugívoros interactúen menos, tanto entre ellos como con las plantas que los alimentan, lo que a su vez provocará que se reproduzcan cada vez menos.
Las principales víctimas son tres especies de titíes leonados (Leontopithecus rosalia, L. chrysopygus, L. chrysomelas y L. caissara), y los monos aulladores marrones. Todos ellos viven en zonas rodeadas de cultivos y pastizales, lo que los deja a la merced de nuevos peligros para su supervivencia.
Los bosques también están bajo riesgo, debido a la modificación en el comportamiento de los animales, creando así lo que podría denominarse una “deuda de extinción”. Dicho término refiere a la perpetuación de una especie por un tiempo relativamente prolongado (que puede llegar a varias décadas), en condiciones ecológicas que no les permiten mantener poblaciones genéticamente viables.
En todos los casos de deuda genética, la principal razón es la actividad humana, de la cual se desprenden todas las demás amenazas como el cambio climático, que facilita los incendios forestales y aumenta las posibilidades de que estos ecosistemas se transforman en sabanas a una velocidad demasiado rápida como para que las especies que los habitan se adapten naturalmente.
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