Mientras el cuerpo de María Gabriela de los Ángeles López Camarillo yacía oculto en un registro de drenaje en la ciudad de Puebla, su presunto feminicida y expareja denunciaba su desaparición ante las autoridades.
Era la tarde del 7 de marzo cuando María Gabriela regresó a la casa que compartía con su pareja, Jorge Ixmael “N”, principal sospechoso de su feminicidio, quien según las primeras indagatorias, la estranguló hasta quitarle la vida.
Un día después, en el marco del Día Internacional de la Mujer (8 de marzo), Jorge Ixmael “N” se presentó ante la Fiscalía General del Estado (FGE) para denunciar la “desaparición” de María Gabriela.
La ficha de búsqueda indicaba las señas particulares de López Camarillo: 48 años de edad, 1.60 metros de estatura , tez morena, cabello corto ondulado y teñido de rubio.
Según la versión del presunto feminicida, María Gabriela habría abordado su auto la mañana del 8 de marzo, el cual encontró el por la tarde del mismo día, pero sin saber nada de ella; incluso – añadió – no le contestaba los mensajes.
Mientras Jorge Ixmael “N” declaraba esto ante la FGE, la familia de María Gabriela protestaba frente Casa Aguayo, sede del Gobierno de Puebla, por la desaparición de la mujer y madre de dos hijos.
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Así pasaron tres días hasta que el sábado 11 de marzo agentes de la FGE acudieron al fraccionamiento Los Héroes; ahí Jorge Ixmael “N” les ofreció dinero para frenar las investigaciones.
Tras convertirse en el primer sospechoso por la desaparición de María Gabriela, la FGE obtuvo una orden de cateo del inmueble; encontraron en el registro del drenaje el cuerpo de la mujer; además de hallar enterrados su teléfono celular, cartera y otras pertenencias.
Por su presunta participación en la desaparición de María Gabriela, su expareja fue vinculado a proceso este 15 de marzo; permanecerá en prisión preventiva mientras termina la investigación complementaria por el delito de feminicidio, el cual se castiga en Puebla con una pena de 40 a 60 años de cárcel.
Dos días después de la vinculación a proceso de Jorge Ixmael “N”, familiares de María Gabriela salieron a las calles de Puebla para exigir la resolución y justicia del caso.
En completo silencio, a manera de protesta por el vacío que dejó el feminicidio de María Gabriela, familiares y amigos partieron de la FGE hacia Casa Aguayo; dejaron de lado las pintas y las consignas para que las autoridades – afirmaron – no desvíen la atención de la procuración de justicia.
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