Noboa recibió alerta hace un mes sobre crisis de violencia en Ecuador
Desde el pasado 4 de diciembre se advertía sobre el sistema carcelario de Ecuador como un “ecosistema de reproducción criminal” y de la fragilidad de las instituciones para hacer frente al crimen organizado
El pasado 4 de diciembre, 12 días después de asumir el cargo, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, fue alertado sobre una crisis de violencia de no tomar acciones urgentes contra la delincuencia organizada.
En un documento denominado “Recomendaciones para el próximo gobierno en la lucha contra el crimen organizado”, el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado (OECO) emitió nueve sugerencias para evitar que la crisis de inseguridad se desbordara, como ocurrió esta semana.
“Ante la ausencia de un Ministerio de Justicia o un ministerio rector encargado de crear, hacer seguimiento y evaluar la política criminal del Ecuador, el próximo gobierno tiene la tarea de recuperar la capacidad de respuesta del Es tado ante el crimen organizado”, señala una de las recomendaciones.
El texto cita el Índice Global de Crimen Organizado, que en su última edición alertó que Ecuador bajó más de 50 puestos en la capacidad de respuesta ante el crimen, resaltando principalmente “la ausencia de liderazgo del gobierno y una desinstitucionalización y deterioro en cuanto a la aplicación de la ley y el servicio público”.
El desafío de las bandas criminales se disparó este martes en prisiones de todo el país, cuando los soldados irrumpieron en un complejo penitenciario tras la desaparición de Adolfo Macías, líder de la banda criminal Los Choneros, de su celda.
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Los reclusos tomaron como rehenes a los guardias de la prisión, y decenas de detenidos escaparon, incluyendo a otro prominente líder criminal. La violencia se extendió rápidamente a ciudades y pueblos, lo que incluyó la toma de medios de comunicación, ataques armados y acciones de amedrentamiento en universidades.
El presidente Noboa respondió lanzando un decreto de “Conflicto Armado Interno”, el cual faculta a las Fuerzas Armadas para enfrentar a los grupos criminales, que se crearon y fortalecieron al amparo de organizaciones criminales mexicanas como el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación.
“En un contexto actual en el cual el sistema penitenciario se constituye como un ecosistema de reproducción criminal, se requiere fomentar una política enfocada en reubicar a los privados de libertad de acuerdo con el índice de peligrosidad y cometimiento de delitos graves”, advierte otro de los planteamientos del OECO en colaboración con la Fundación Panamericana para el Desarrollo.
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Las alertas del observatorio incluyen instituir una política interinstitucional enfocada en impactar las economías ilícitas; mejorar el sistema de prevención y combate al lavado de activos; incentivar la investigación estratégica ante el crimen organizado; promover una estrategia focalizada en la reducción de la criminalidad y los homicidios; establecer una política de seguridad en fronteras; definir objetivos estratégicos para debilitar la cadena de valor del crimen organizado, y reforzar el control de armas.
“El gobierno de Daniel Noboa tiene el reto de recuperar la confianza y protección de los ciudadanos en un tiempo récord de 18 meses”, alerta el documento, aunque la crisis llegó mucho antes.
“El país afronta la mayor ola de homicidios de su historia, que proyectará al Ecuador entre los tres países más violentos de la región. A esto se suma un sentimiento generalizado de inseguridad ante la baja respuesta institucional para enfrentar esta problemática”, agrega el trabajo.
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