En la guerra del Poder Ejecutivo contra el Judicial, cada día escalan más las batallas y este martes no fue la excepción. Desde Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador acusó a los ministros de la Suprema Corte de garantizar un “Estado de chueco” y en ocasiones de “cohecho”.
Según el mandatario, los ministros no piensan en imponerse a la voluntad popular, sino más bien, ante el aumento de denuncias por corrupción contra jueces, magistrados y ministros (una gran parte interpuestas por su administración), están molestos y buscan proteger sus privilegios.
“Están molestos porque ahora hay más denuncia sobre la corrupción de jueces, de magistrados, de ministros, y también están molestos porque no quieren perder sus privilegios”, señaló el mandatario, al resaltar sus altos salarios y el fideicomiso con el que, según ha denunciado, financian atención médica privada, cajas de ahorro, trabajadores domésticos y hasta jardineros.
Sin embargo, el señalamiento de López Obrador se había mantenido en corrupción a causa de sueldos y por liberar a presuntos delincuentes por faltas de pruebas y fallos en los procesos, pero esta vez elevó su acusación.
“Además, como la mayoría viene de la época neoliberal o neoporfirista, son muy conservadores. Se escudan en el derecho, pero la verdad es que ellos no garantizan un Estado de derecho, sino un Estado de chueco y en algunos casos de cohecho”, por lo que insistió en que se debe realizar una reforma al Poder Judicial.
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