Premian la edición genética de precisión

12 de Abril de 2025

Premian la edición genética de precisión

La herramienta de Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna se
está probando en curas contra el cáncer y en la detección del SARS-CoV-2

El premio Nobel de Química fue concedido hoy a Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna por el desarrollo de una herramienta de “corte y pegado” del genoma, la cual permite editar con tanta precisión el ADN que, en cierto sentido, se puede comparar con la que tiene un procesador de palabras que busca un término y lo sustituye por otro.

Actualmente, es una de las herramientas más usadas en la biotecnología e incluso se están haciendo pruebas clínicas de curas contra el cáncer desarrolladas con ella, aunque fue apenas en 2012 cuando Charpentier y Doudna publicaron su descubrimiento, que recibe el nombre de CRISPR/Cas9.

La historia de la herramienta empezó cuando Charpentier, en 2011, descubrió en unas bacterias una molécula a la que llamó ARNtracr, lo podría ser interpretado como “rastreador con base de ARN” y que formaba parte de un sistema inmunológico de las bacterias, llamado CRISPR/Cas, el cual destruye a los virus que las atacan reconociendo, con el ARNtracr, y rompiendo su material genético de ADN.

Ya en colaboración, las dos científicas lograron aislar el sistema completo en un tubo de ensayo y simplificaron sus componentes moleculares para que fueran más fáciles de usar. Estos componentes tenían: el ARNtracr para reconocer el fragmento de ADN que debían cortar; una enzima para cortar, la Cas9, y una forma de insertar una nueva secuencia específica.

Desde que Charpentier y Doudna publicaron su descubrimiento en 2012, su uso se ha disparado.

“Esta herramienta ha contribuido a muchos descubrimientos importantes en la investigación básica, y los investigadores de plantas han podido desarrollar cultivos que resisten el moho, las plagas y la sequía. En medicina, se están realizando ensayos clínicos de nuevas terapias contra el cáncer, y el sueño de poder curar enfermedades hereditarias está a punto de hacerse realidad”, afirma el comité del premio Nobel.

En el caso del combate al cáncer, desde el 2016, se empezaron a desarrollar curas para diversos tipos de esta enfermedad en China y EU, en las que no se pretende modificar a las células cancerosas, sino fortalecer a los linfocitos que las atacan.

Esto se hace así, porque el sistema inmune del paciente reconocería como ajeno al CRISPR/Cas y lo atacaría; en cambio, se extraen linfocitos del paciente, se modifican con la edición genética, y se regresan al paciente.

Por otra parte, ante la llegada de C-19, investigadores en distintas partes del mundo, México incluido, están usando versiones de CRISPR/Cas para elaborar pruebas de detección o terapias contra el SARS-CoV-2.

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