Ivon del Toro, es pedagoga e hizo gran parte de su carrera profesional en el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), que recortó a su personal al 40% por lo que fue despedida sin liquidación. Pasó meses buscando trabajo, y apenas consiguió en una empresa de crédito hipotecario, ahora no ejerce su especialización y gana 50% menos salario.
“Acepté el trabajo por la necesidad de comer y tener ingresos para cubrir parte de mis gastos, aunque no puedo cubrir otros gastos, como la hipoteca. Antes salía, iba al cine, al teatro, a restaurantes, viajaba con mis hijas y ahora en estas vacaciones de verano nos quedamos en casa”, comentó parte de su tragedia Del Toro a ejecentral.
Esto es un ejemplo de decenas que ocurren en el país, ante el cese masivo de personal del gobierno federal y local. Hay un exceso de oferta laboral que lleva a las empresas a pagar menores sueldos en todo México. Y se refleja en los datos más recientes del Inegi, que revelan que hasta junio pasado aumentó en 4.74 millones las personas que sólo ganan entre uno y dos salarios mínimos, respecto al cuarto trimestre de 2018; es decir, entre tres mil 80 pesos (unos 156 dólares) y menos de seis 200 pesos (unos 312 dólares) al mes.
Esto significa que en lo que va del año, 52 de cada 100 personas con empleo en México ganan menos salario de 102 a 308 pesos al día.
Esto representa un nuevo máximo histórico con 28.4 millones de trabajadores. De hecho, el primer trimestre del gobierno de la Cuarta Transformación (4T) marcó el primer récord y ahora en el segundo se volvió a superar.
Ese número de trabajadores (4.74 millones) que ahora tienen ese menor ingreso equivale a toda la población actual de Tlaxcala, Nayarit, Campeche y Baja California Sur, de acuerdo a su número de población.
El pasado miércoles, el presidente del Banco de México, Alejandro Díaz de León, manifestó que “claramente enfrentamos un proceso de desaceleración mayor a lo anticipado, el entorno externo no ha ayudado ni los choques que hemos enfrentado”.
Al participar en el 19 foro Banorte, el funcionario también reconoció que “el terreno negativo significa que la economía crece por debajo de su crecimiento potencial y en el último trimestre aumentó la brecha, es decir, hay capacidad no utilizada en la economía”.
Otras caídas
Pero hay otro nuevo récord histórico que se impuso en el segundo trimestre de este año y es la caída en el número de trabajadores que gana más de tres salarios mínimos en adelante, alrededor de nueve mil 250 pesos (unos 468 dólares) al mes. A junio, el Inegi reportó 6.27 millones de trabajadores, 3.1 millones menos respecto a los 9.4 millones registrados hasta diciembre del año pasado.
¿Qué explica ese deterioro? Expertos consultados por ejecentral comentan que factores internos como externos influyen, aunque el principal es la incertidumbre de la política económica de la actual administración que genera desconfianza no sólo entre los inversionistas privados, sino también entre los consumidores. Esto último, ya se refleja en las ventas de supermercados, entre ellos Wal-Mart, líder de mercado.
Así, las menores ventas al menudeo frenan a uno de los principales motores de la economía, el mercado interno. Ante su debilidad, el consumo de las familias se deteriorará más ante el potencial impacto de factores económicos internacionales.
Además, otros factores que explican la precarización de los sueldos y salarios en el país, son la subcontratación, llamada también outsourcing y el avance tecnológico. Por ejemplo, con la digitalización de procesos, un banco en México despidió a 200 mil empleados en el país.
Fuego amigo, la incertidumbre
Los problemas de gobierno en Italia (la novena economía del mundo) ante la renuncia de su Primer Ministro, Giuseppe Conte; la potencial recesión de Alemania (la cuarta economía del mundo); la recesión global que se vislumbra; la guerra comercial de Estados Unidos con China; la situación económica de Argentina o el Brexit (retiro de Reino Unido de la Unión Europea) o las amenazas comerciales del presidente de Estados Unidos, Donald Trump a las exportaciones mexicanas, son factores que incrementan el riesgo para México ante la desaceleración que ha registrado la economía interna. Sin embargo, la mayor incertidumbre la genera la política del gobierno de López Obrador.
“Es una triste realidad lo que estamos viendo en nuestro país. Con la incertidumbre política como económica las empresas frenan sus inversiones ¿Por qué? Porque no saben que va a pasar, ya no en 2020, no saben que va a pasar este año. Por esta razón, las empresas están apretando muchísimo su presupuesto de crecimiento salarial”, dice en entrevista el director de Servicios de Información y Soluciones Digitales en Mercer México, Gerardo García.
Al respecto, el presidente nacional del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), Fernando López Macari, puntualizó en conferencia de prensa que “la falta de claridad sobre el futuro, que luce altamente incierto, está frenando la inversión total de la economía, lo que está produciendo una notable desaceleración en la creación de empleos y una mayor cautela en los consumidores, frenando también el ritmo del consumo privado en el país, que es el principal motor del mercado interno”.
Por ejemplo, de diciembre a julio de 2019, la potencialidad de generar nuevos empleos formales en el país, registró un efecto negativo superior a 72 mil 500 plazas. Ese resultado es el peor inicio en los últimos tres sexenios, sólo superado por Vicente Fox, cuando disminuyó en más de 360 mil plazas el gobierno. El mejor arranque sexenal fue con Felipe Calderón, con casi 175 mil plazas y las casi 67 mil 800 de Enrique Peña Nieto.
Hacen menos super
La disminución en el consumo interno se refleja en los principales indicadores adelantados de la economía. El mayor operador de supermercados en México, Wal-Mart, reportó en julio su primera contracción de 1.5%, en términos reales —después de descontar la inflación— en sus tiendas con más de un año de operación. En los primeros ocho meses del gobierno de López Obrador, la dueña de Bodega Aurrera, Superama y Sam’s, entre otras, experimentó ya dos contracciones reales en su facturación.
Por su parte, las ventas en comercios de los agremiados a la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), en términos reales, en julio volvieron a ser negativas en 2.5%, la segunda mayor contracción en el nuevo gobierno. De diciembre a julio, llevan seis contracciones en su facturación.
Así, cálculos hechos por este medio de comunicación con los reportes de la ANTAD muestran que en los tres arranques de los últimos sexenios, el mejor periodo fue con Felipe Calderón y el peor con Enrique Peña Nieto.
A diferencia de la ANTAD, las armadoras y comercializadoras de vehículos nuevos tuvieron su mejor inicio sexenal con Peña Nieto, ya que de ocho meses, en seis tuvieron crecimiento. Con López Obrador, hasta julio, son siete contracciones y un incremento (1.8% en enero de 2019), según datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
›Con esos reportes adelantados —por la rapidez de su difusión— de la economía, y otros datos permiten asegurar al coordinador del Centro de Estudios Financieros y de Finanzas Públicas (CEFI), de la Facultad de Economía de la UNAM, Miguel González Ibarra, que la “parte más preocupante es que algunos analistas (...) nos están diciendo que en julio (en lo económico) fue peor”.
En ese escenario de desaceleración, dijo, la válvula de escape es la “economía informal” y “la delincuencia organizada con extorsiones y todo ese tipo de cosas”.
Estrategia contracíclica
González Ibarra advirtió que para generar empleos formales México debe tener una política contracíclica. Esto no sólo con un mayor presupuesto en materia de gasto productivo, sino también debe generar la confianza en el sector privado para que invierta en el país.
›Sin mencionar la disputa de la Comisión Federal de Electricidad con empresas que invirtieron en la construcción de gasoductos y que hoy están en negociaciones y un litigio legal para cambiar cláusulas de los contratos firmados en el pasado, González advierte que el “sector privado invierte cuando se garantiza el Estado de Derecho”.
“México necesita bajar su percepción del riesgo, sin embargo parece que el gobierno de López Obrador no lo ha entendido”, enfatizó el coordinador del CEFI.
La carta de intención que firmó el gobierno federal con Aleatica, antes denominada OHL, para la compra del 49% de las acciones del aeropuerto de Toluca, comentó, es una señal más de la estatización que está tomando el gobierno.
“Las señales de estatización, no son señales adecuadas (...). Una política de estatización genera incertidumbre en el capital privado”, porque atizan la incertidumbre, sostuvo.
También otro factor de riesgo es la reciente modificación a la Ley de Concursos Mercantiles, con ello, las empresas del Estado podría acogerse a esa protección judicial para reestructurar su deuda.
“Es preocupante. Quizá, la idea es mandarlas (a Pemex o sus subsidiarias) a concurso mercantil para hacer una nueva empresa, con nuevas relaciones laborales”, señaló González.
En ese escenario, ante la amenaza de un choque en la economía por factores externos se debe generar la confianza entre el capital privado. Por ejemplo, aseguró, que ante la baja de tasas de interés de referencia (política monetaria), si hay confianza para los inversionistas en los mercados de valores (el llamado capital golondrino), no habría una fuga de capitales abrupta.
González sostuvo que el gobierno de la 4T está a tiempo de generar esa confianza entre los inversionistas, ya que ante el contagio de una recesión económica el gobierno recurrirá en grandes déficits, por la mayor contracción de la inversión privada, lo que generará una caída en la recaudación de impuestos, una mayor evasión fiscal y una mayor inflación, lo que llevará a un “ajuste (a la baja) del gasto presupuestal de forma abrupta”.
Para el presidente del IMEF, otro riesgo es la potencial baja de la calificación de Petróleos Mexicanos (Pemex), lo que podría incidir también a una rebaja en la calificación de la deuda soberana, con lo cual la moneda mexicana se “podría depreciarse más allá de lo esperado”.
Mano de obra barata
Ante el desempleo creciente que se registra, las empresas se “pueden dar el lujo de pagar la mitad de lo que venían pagando porque la gente necesita el trabajo”, señaló el directivo de Mercer, una de los mayores despachos de consultoría de recursos humanos en el mundo.
Otro factor que abona la oferta laboral es la tecnología. Gerardo García comentó que hace un par de semanas se reunió con directivos de uno de los bancos más grandes de México, y uno de ellos comentó que tan sólo digitalizar algunos procesos, “nos ayudó a eliminar a arriba de 200 mil” empleados.
En un panorama de incertidumbre, aseguró García, la digitalización cobra mucha relevancia porque las empresas tienen que hacer un control exhaustivo de costos.
“En lo que va del año, del 100% de los clientes (890 grandes empresas) de Mercer, al menos 30% se han acercado con nosotros para pedir que los apoyemos en su reestructura” porque dicen “tenemos que hacer lo mismo con menos gente y tengo que deshacerme (despedir) a mucha gente ¿Cómo me puedo apoyar en esta tendencia de digitalización?”, detalló.
›Para González, del CEFI, el hecho que el IMSS tenga la misma atención médica a los trabajadores con uno, dos o más salarios mínimos, muchas empresas registran a sus trabajadores con menores ingresos (como lo hacen algunas empresas de outsourcing). Esto, comentó, sería parte de la explicación de los bajos ingresos, como los muestra el Inegi.
Para Rolando Cordera, coordinador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED), de la UNAM, los bajos salarios se explican porque en los “últimos años ha ocurrido un vuelco total en las relaciones del poder a favor casi total de la empresa y del capital”, sin una mejor distribución del ingreso en salarios.
Como en la década de los 80, cuando hubo crisis financieras, se implantó un régimen muy desfavorable para los asalariados, añadió Cordera. El también consultor para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), aseguró que dichos niveles de ingreso generan que la economía mexicana crezca “muy lentamente”.
Datos del Banco Mundial muestran que de 1980 a 2018, el PIB de México creció en promedio anual 2.3%, por debajo del 2.4% del promedio de América Latina, del 3.4% de Colombia o el 4.2% de Chile. En ese mismo periodo, India creció 6.1%, Corea del Sur 6.2% y China 9.5 por ciento.
En suma, González del CEFI, aseveró que México tiene un “panorama bastante preocupante”.
Las armadoras y comercializadoras de vehículos nuevos tuvieron su mejor inicio sexenal con Peña Nieto, pero con López Obrador, hasta julio, son siete contracciones y un incremento de 1.8% en enero de 2019, según datos de la Amia.
4.74 millones de personas sólo ganan entre uno y dos salarios mínimos, según Inegi.
2.3 por ciento creció en promedio anual el PIB de México, de 1980 a 2018.
“En ese escenario de desaceleración, la válvula de escape es la economía informal y la delincuencia organizada con extorsiones y todo ese tipo de cosas”. Miguel González Ibarra, coordinador del Centro de Estudios Financieros y de Finanzas de la UNAM.
Ocupación. El mejor arranque sexenal en empleo fue con Felipe Calderón, con casi 175 mil plazas y las casi 67 mil 800 de Enrique Peña Nieto.