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Hace 30 años, sus fundadores no imaginaron lo lejos que podrían llegar en tan poco tiempo, pero tampoco que su desintegración sería tan rápida.
Ocho años después de su creación, en 1997, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) ya tenían el gobierno de la Ciudad de México, 125 diputados y 16 senadores. Su esplendor fue en 2006, cuando tuvo seis gubernaturas de manera simultánea, 158 diputados y 36 senadores, además de que arañaron las presidencia con los 14.7 millones de votos que obtuvo Andrés Manuel López Obrador en su primera candidatura.
Pero de ahí en adelante sobrevino el desplome. Figuras históricas abandonaron el Sol Azteca, el partido se desdibujó al apoyar el Pacto por México del presidente Enrique Peña Nieto y más tarde se aliaron con el PAN para las elecciones de 2018. El resultado: hoy tienen sólo dos gubernaturas, 11 diputados y cinco senadores.
El PRD gobierna con Carlos Joaquín González a Quintana Roo y con Silvano Aureoles Conejo a Michoacán; y en la Ciudad de México, una de las entidades con mayor presencia, pasó de tener seis delegaciones a compartir con el Partido Acción Nacional (PAN) y Movimiento Ciudadano, sólo cuatro alcaldías.
›Tras las elecciones del 1 de julio de 2018, donde la ola de Andrés Manuel López Obrador arrasó en casi todo el país, el sol azteca sufrió la marejada. Los votos no le alcanzaron para mantener su registro en Aguascalientes, Chihuahua, Coahuila, Colima, Jalisco, Nuevo León, Querétaro, Sinaloa, Sonora y Tamaulipas.
En los últimos comicios, los del pasado 2 de junio, el partido esperaba recuperar un poco de lo perdido, pero no fue así. En Baja California, su oportunidad era obtener el municipio de Tijuana con Julián Leyzaola como candidato, pero Morena y acompañantes se llevaron la gubernatura y los cinco municipios, además de la mayoría en el Congreso.
En Tamaulipas, el Congreso se vistió de azul, dejando fuera a cualquier otro partido; en Durango fue igual con los municipios, pero aquí el sol azteca fue en coalición, lo que lo salvó de también perder el registro.
El Congreso de Quintana Roo cambió de bandera, desplazando a la dupla que integraba PRD-PAN, para dar paso a Morena y allegados; mientras que en Aguascalientes logró mantener el municipio de Pabellón de Arteaga, que ya gobernaba
Pero, en 2018, no sólo perdieron su registro en 10 entidades, en el proceso de reafiliación que todos los partidos iniciaron este año, el PRD perdió cuatro millones 266 mil 49 militantes, ya que hasta la primera quincena de agosto sólo había refrendado 763 mil 985 personas, es decir, el 15% de su militancia.
En los ocho meses que han transcurrido de 2019, el Partido de la Revolución Democrática ha perdido también, al menos, a 80 militantes de alto nivel, es decir, diputados locales y federales, senadores, excandidatos, alcaldes y hasta exdirigentes nacionales.
A los pocos días de iniciado el año, Fernando Dante Imperiale García, excandidato a la gubernatura de Campeche y el exdirigente municipal de Carmen, en la misma entidad, Miguel Ángel Pineda Jiménez, iniciaron la desbandada.
Le siguieron ocho diputados y su coordinador parlamentario, Ricardo Gallardo, en la lista se encontraban Lilia Villafuerte Zavala, Carlos Torres Piña, Héctor Serrano Cortés, Emanuel Reyes, Raymundo García, Mauricio Toledo, Javier Salinas y Luz Estefanía Rosas.
Mayo fue el mes que más perredistas vio partir.
La exsecretaria General del partido en el Estado de México, Ana Yurixi Leyva, lo hizo el primer día.
Juan Hugo de la Rosa, alcalde de Nezahualcóyotl, en la misma entidad; la legisladora local, Claudia González, y el diputado federal, Javier Salinas, abandonaron el sol azteca el mismo día.
La senadora María Leonor Noyola Cervantes lo hizo casi a fin de mes, seguida por el exalcalde de Cortázar, Hugo Estefanía Monroy; su nuera, la diputada Paola Yáñez, y 58 perredistas más tomaron su ejemplo, entre ellos regidores de tres municipios de Guanajuato.
Aunque se habían detenido las renuncias, agosto llegó a cambiar la buena racha. Arturo Ciau Puc, coordinador estatal de la corriente Fundación Izquierda Democrática Nacional (IDN) renunció a su militancia y anunció que, junto a él, se iban agremiados de 20 municipios, es decir, cerca de cinco mil perredistas.
Tras 30 años de militancia, la exsecretaria general del PRD, Beatriz Mojica, se despidió del partido este mes, pero también lo hicieron Alejandra Barrales, la excandidata a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México; y Juan Zepeda, excandidato a la gubernatura del estado de México.
Estas últimas renuncias al PRD se expresa la voluntad de construir una “nueva propuesta política”, la ya conocida Plataforma Política Futuro 21. Una organización que busca convertirse en partido para promover y concretar un cambio en la correlación de fuerzas en las legislatura federal, las locales, así como gubernaturas y alcaldías que se renovarán en 2021, pretenden ser también una oposición de izquierda para el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Esta nueva plataforma presentó el pasado 24 de agosto su “Manifiesto de República”, ante la presencia de organizaciones ciudadanas y perredistas como Jesús Ortega, Jesús Zambrano, Víctor Hugo Lobo, además del excandidato presidencial Gabriel Quadri y el exrector de la UNAM, José Narro.