Con el reinicio de actividades de la economía, en los próximos días la cadena hotelera Grupo Posadas tendrá en operación otros 42 hoteles para llegar a 156 unidades abiertas, que si bien estarán operando a baja capacidad por cuestiones epidemiológicas, es un respiro porque las unidades sin operar tienen costos fijos y nómina que pagar de entre 90 y 100 millones de pesos al mes.
Personas que conocen la situación financiera de la empresa comentan que Posadas, que opera 186 hoteles con más de 30,300 cuartos, en enero y febrero registró números sólidos, pero por brote de coronavirus se cerraron todos los inmuebles, salvo ocho que atienden actividades esenciales, desde la segunda quincena de marzo hasta los primeros días de junio.
A pesar del cese de operaciones de esas dos semanas de marzo, la empresa reportó a los mercados financieros un incremento de 4.0% en sus ventas del primer trimestre de 2020, respecto del mismo periodo de 2019, esto al contabilizar 2,117 millones de pesos.
Previo al SARS-CoV-2, las cosas iban bien que hasta pagaron un pendiente de 347 millones de pesos al Sistema de Administración Tributaria (SAT) y después de ese desembolso, Grupo Posadas se quedó con alrededor de 1,200 millones de pesos en caja. Considerando el gasto de nómina y los costos fijos de hasta 100 millones, se tenían recursos hasta para marzo de 2021.
“Posadas tiene el dinero en la caja y podría haber hecho el pago, pero habría significado trabajar con mucha presión ante la incertidumbre de una operación al 100%. Optaron por comprar un poco más de tiempo para tener a la empresa generando un mejor flujo de efectivo”, comentaron.
Ante la incertidumbre del tiempo para tener una operación total y pensando en los dueños de hoteles (174 hoteles son arrendados y administrados), otros proveedores y las 15 mil personas que laboran en Grupo Posadas, la compañía optó por dejar de pagar 15.5 millones de dólares (unos 356 millones de pesos, al cambio de hoy).
Por lo anterior, la empresa optó por el default financiero, el cual informalmente había comentado con sus acreedores. Ya con el anuncio formal del impago o default, un grupo de acreedores designará a un representante y entrarán en negociaciones con los asesores que contrató la empresa mexicana. Se buscará el mejor acuerdo para las partes involucradas.
De los 186 hoteles que opera la empresa, 12 son propios; 20 unidades son arrendados y 154 son hoteles que administra Grupo Posadas. Por eso, la mejor opción fue el default.
Una apuesta de la cadena hotelera es que los inversionistas o acreedores están conscientes de la situación económica global generada por la pandemia del coronavirus. “saben del golpe económico a las aerolíneas, a los aeropuertos, a los restaurantes y la economía en general”.
Las negociaciones entre las partes podrían requerir de al menos seis meses o un poco más. En ese periodo, se revisarán las proyecciones financieras de Grupo Posadas, verán la generación de flujo de efectivo para los próximos meses y con ello determinarán cuánto es lo que puede pagar la empresa para seguir siendo un negocio en marcha.
Un punto a destacar es que en toda esa negociación, Posadas mantiene sus compromisos de pagos con los demás acreedores. Además de que mantiene la nómina de 15 mil trabajadores. Según algunos cálculos de la industria, por cada empleo directo, existen cinco indirectos en proveedores de productos y servicios.
REACTIVACIÓN
El 80% del negocio de Grupo Posadas se genera con huésped nacional. En el primer trimestre del año, la cadena tiene un fuerte flujo de visitantes de Estados Unidos y Canadá por la severidad del invierno en esos países y prefieren viajar a las playas de México.
Otro momento de alta demanda turística es Semana Santa, aunque con la pandemia la cancelación de reservaciones marcaron máximos históricos.
Los periodos de menor demanda son junio y septiembre. Aunque ahora, en junio registró un fuerte incremento en las reservaciones en sus hoteles en Quintana Roo, en Puerto Vallarta y en Los Cabos.
Para agosto, las reservaciones siguen creciendo y no se diga para las vacaciones de verano, una de las temporadas más importantes. Pero además, es que hasta el momento no hay cancelaciones significativas de las reservaciones de ocupación para 2021.
LA DEUDA
Al cierre del trimestre, la deuda total de Posadas era 100% a largo plazo, 100% a tasa fija y 98% dólares, de estás últimas están representadas por las “Senior Notes 2022” colocadas en junio de 2015 a través de la bolsa de valores de Luxemburgo.
Actualmente el saldo de esos títulos de deuda es por 392.6 millones de dólares (deuda que se dejará de pagar). Se debe resaltar que al arranque del año pasado Posadas recompró parte de esos títulos y pagó 7.4 millones de dólares con el dinero que obtuvo de la venta de su hotel Fiesta Americana Condesa Cancún.
La deuda en pesos (2% del total) son 159 millones (unos 6.9 millones de dólares) contratados para el hotel Fiesta Americana Mérida, pero ante el entorno de la pandemia del covid-19, Posadas obtuvo un periodo de gracia de seis meses a partir de abril 2020.