Apreciar en línea los nueve cuadros de Vincent Van Gogh que se encuentran en el Museo de Bellas Artes de Boston o los grabados, óleos, esculturas y adornos de hueso de la exposición La muerte no es el fn” (del arte budista tibetano y cristiano) que se exhibe en el Museo Arte Rubin de Nueva York es sencillo. Sin embargo, hace un par de semanas esto no fue posible por algunas horas. Esto a consecuencia de ciberataques contra la base de datos de estos y otros recintos. Pero, ¿por qué ocurren estas “invasiones” y por qué son cada vez más frecuentes?
La razón es multifactorial, porque no existe un motivo único que provoque los ataques contra los servidores de instituciones culturales como lo son algunos de los museos más reconocidos en Estados Unidos.
Una de las causas de estos ciberataques radica en la fragilidad con la que cuentan los sistemas de seguridad informática de los museos. Ya sea por falta de presupuesto o de precaución, la mayoría de estos museos no cuentan con el blindaje óptimo de sus servidores, entre otras situaciones por falta de actualizaciones.
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Esto ha propiciado que recintos como los museos de Bellas Artes de Boston y de Arte Rubin de Nueva York tengan que recurrir a proveedores externos, aunque algunos de ellos también son suceptibles a algún ciberataque.
Como el ocurrido el pasado 28 de diciembre que padeció el software Gallery Systems, el cual brinda servicio a decenas de organizaciones culturales y museos, entre ellos los dos referidos. Los ordenadores y servidores de ambos recintos quedaron encriptados por algunas horas, impidiendo la disponibilidad de sus sitios de internet.
Otro factor que influye en este tipo de ataques cibernéticos a los museos es la base de datos privados que albergan los museos. Información personal sobre usuarios, transacciones bancarias por venta de artículos o entradas, así como documentos históricos, son parte de esta información que es atractiva para los hackers.
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Los delincuentes cibernéticos acceden a dichos datos para robar identidades, vender información de manera ilegal o simplemente hacer mal uso de ellos.
Estos ciberataques tienen éxito debido al uso del ransomware, un software malicioso que, además de ser altamente efectivo, es lucrativo; esto debido a que exige un rescate para poder liberar nuevamente el acceso a los datos sustraídos.
Todos estos factores influyen en los ciberataques, los cuales son cada vez más recientes contra los museos de Estados Unidos, lo cuales están siendo orillados a mejorar su seguridad si quieren evitar un daño que podría ser costoso para sus acervos y disponibilidad en línea.
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