Después de sufrir una sorpresiva derrota el viernes por la noche en un intento más de convertirse en presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, en medio de sorprendentes escenas de amargas luchas internas por la rebelión dentro de su partido, por fin Kevin McCarthy logró lo que había buscado desde el martes pasado.
Tan solo unas horas antes, el Capitolio, atacado hace exactamente dos años por partidarios de Donald Trump, permanecía paralizado por la rebelión de congresistas republicanos muy conservadores alineados con el expresidente.
Tras cuatro días de fracasos y en el 14º intento, McCarthy descarriló por un solo voto de los más de 400 emitidos, lo que hacía presagiar una jornada más sin éxito.
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Inmediatamente después de perder esta 14ª votación, McCarthy se acercó al grupo de trumpistas que bloqueaba su acceso a la tribuna, que le señalaban acusadoramente en medio de un ambiente de tensión, mientras la secretaria del Congreso pedía calma.
Entre el caos, fracasó una votación para levantar la sesión. Pese a ello, McCarthy aseveró: “Vamos una vez más”. Esto mientras sus miembros coreaban de vuelta: “Una vez más”.
Fue en la ronda 15 que McCarthy logró los votos necesarios. El republicano dijo no haber hecho pactos y no tener deudas políticas, pro lo que, remarcó, sus decisiones al frente de la Cámara no estarán condicionadas.
El hecho propició una serie de felicitaciones, entre las que destacó la del presidente ucraniano Volodimir Zelenski.
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