Caminatas kilométricas, filas que parecían eternas, atrasos y molestias fue lo que ocasionó la protesta de los integrantes de la Fuerza Amplia Transportista (FAT) que por casi cuatro horas paralizaron a la Ciudad de México, que vivió intensos bloqueos, cierres viales, marchas y hasta enfrentamientos. La exigencia: el aumento al costo del pasaje.
Tal como lo anunciaron el pasado 26 de mayo, desde las primeras horas de este jueves, cientos de transportistas se apoderaron de 16 puntos viales de gran relevancia, porque son el punto de acceso para miles de personas que viven en la periferia y trabajan en la capital.
Para la FAT, la tarifa que cobra el transporte público en la capital es injusta, en comparación con otros estados del país, como en el caso del estado de México o Monterrey cuyas tarifas son superiores en un 140 por ciento, al cobrar 12 pesos.
Por ello, con sus camiones de transporte público, con barricadas o grupos de personas, los inconformes bloquearon zonas que, sabían, dificultarían la movilidad, lo que podría hacer que el gobierno de la Ciudad de México tomara cartas en el asunto.
Sin embargo, las autoridades capitalinas lograron dispersar, hasta las 10:30 de la mañana, al menos 11 de los bloqueos y minutos después reportaron que los 16 cruceros viales que habían sido bloqueados fueron liberados.
Las protestas de los transportistas han sido tema de debate, no solo por las molestias que generan con los bloqueos, pues desde 2017, obtuvieron la aprobación para un aumento en la tarifa del transporte público con un cierre de calles, a cambio de una serie de normas que quedaron como condición y que, a decir de los usuarios, no se cumplen en su totalidad.
Un argumento que la propia jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, destacó para calificar la petición de aumentar la tarifa mínima del pasaje en hasta cinco pesos como algo “inaceptable” y “excesivo”.
Mediante sus redes sociales, la morenista dijo que desde 2020 se realizó un acuerdo y, debido a la pandemia, se les otorga un bono de combustible de 4 mil a 6 mil pesos para evitar el alza en el precio del pasaje.
Aunque aseguró que las mesas de diálogo siempre han estado abiertas para los transportistas, recordó el acuerdo que se mantendrían en buen estado las unidades, pondrían en orden la cromática, no tendrían vidrios polarizados y tendrían seguro vigente, lo que no han cumplido.
“La ciudadanía no me dejará mentir y me dará la razón: ellos no han cumplido”, sentenció la mandataria, quien pidió disculpas por el caos que se vivió en la capital, mientras los transportistas amagan con más bloqueos la próxima semana.
Con sus camiones de transporte público, con barricadas o grupos de personas, bloquearon zonas que, sabía, dificultarían la movilidad de las personas en la Ciudad de México, lo que podría hacer que las autoridades tomaran cartas en el asunto.
Sin embargo, las autoridades capitalinas lograron dispersar, hasta las 10:30 de la mañana, al menos 11 de los bloqueos, y así lo dieron a conocer en redes sociales.