Por Covid, 43 millones viven de fiado o venden productos

16 de Noviembre de 2024

Por Covid, 43 millones viven de fiado o venden productos

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En julio bajó el número de viviendas con recorte de ingresos o pérdida laboral, pero hubo un aumento de casi 2.0 millones donde algún ocupante vendió, pidió prestado o vivió de sus ahorros

Derivado de las medidas para contener el coronavirus, Margarita de 45 años dejó de recibir su salario de la empresa que produce y comercializa ropa y accesorios para la playa. Así, en julio decidió producir artesanalmente cubrebocas, intentó sin éxito tener un microcrédito en Compartamos Banco y finalmente lo obtuvo en BanCoppel. Así como ella, en México 43.2 millones de personas tuvieron que hacer algo similar.

Para dimensionar lo que significa que se quedarán sin ingresos por su trabajo y tuvieran que dedicarse a vender productos, ofrecer alguno de sus bienes, tomar de sus ahorros o de plano pedir fiado, esos 43 millones de habitantes equivale a toda la población de 20 entidades federativas o uno de cada tres mexicanos, cifras que se desprenden de un análisis de ejecentral a partir de datos del Inegi.

En julio de este año, el “28.4% de las viviendas (en México) algún integrante perdió su trabajo por la pandemia (inferior al 30.4% en abril) y en 61.2% de las viviendas los ingresos disminuyeron (menos que el 65.1% en abril), por lo que sus integrantes tuvieron que vender algún bien, pedir dinero prestado o recurrir a sus ahorros en 45.2% de las viviendas”, porcentaje que superior al 37.4% que registró el Inegi en abril pasado, informó hoy el Instituto.

Esos números significan que a julio, en 7.27 millones de viviendas, alguno de los 27.2 millones de personas que las habitan perdió su trabajo por las medidas para tratar de contener el SARS-CoV-2. Respecto de abril, se tuvo una ligera mejora de -512 mil viviendas.

Sin embargo, también a julio todavía eran 58.6 millones de personas que vivían en 15.67 millones de viviendas los que experimentaron una reducción de sus ingresos laborales. Esto en comparación a abril que significó una reducción de 3.7 millones de habitantes respecto a los 62.3 millones de personas. El dato a julio representó a 46 de cada 100 mexicanos, con lo cual denota la fortaleza o debilidad del mercado interno.

Si bien en ese mes disminuyó el número de viviendas con recorte de ingresos y pérdida laboral de algunos de sus miembros, se registró un incremento de casi 2.0 millones o 21% en el número viviendas donde algunos de sus ocupantes tuvo que vender algo, pedir dinero prestado o bien vivir de sus ahorros. Medido en población, significó pasar de 35.82 millones a 43.29 millones de personas en esa condición.

La información del Inegi son los resultados de la Encuesta Telefónica sobre Covid-19 y el Mercado Laboral (ECOVID-ML), la cual reportó 25.6 millones de viviendas con residentes de 18 y más años de edad, usuarias de teléfono (móvil o línea fija) en julio. Para obtener el número de personas, ejecentral utilizó la información más reciente y resultó el número de 3.74 habitantes promedio por hogar en México.

Exportar cubrebocas a EU

Después de cinco meses de que una empresa de diseño y venta de ropa sport y de playa, dejó de pagar sueldos después de haber cerrado sus puertas por el coronavirus, preocupada de qué vivir, Margarita decidió fabricar cubrebocas de manera artesanal. Como pudo, consiguió cinco mil pesos en BanCoppel para comprar las telas y otros insumos. El negocio empezó mal, pero más tarde su producto llegó a Estados Unidos.

De origen europeo, el empresario y patrón de Margarita, la asistente contable de 45 años, por protección de la salud de sus 10 empleados decidió cerrar el negocio desde los primeros días de marzo, antes de que en México se declarara la emergencia sanitaria.

Margarita, como sus compañeros siguieron recibiendo sin falta su sueldo hasta julio.

“El señor (el patrón) nos comentó que ya no podía seguir pagando y que para liquidar otras deudas estaba vendiendo su camioneta (…), nos dijo que le prorrogaron el pago de una deuda patronal, pero que el monto a pagar subió 75%”.

Sin dinero para el negocio, recibió una recomendación de pedir un préstamo “con una señora que presta a la gente con microcréditos que ella tramita con Compartamos Banco, pero los intereses son muy elevados. Fui a BanCoppel y me prestaron cinco mil pesos. Aunque acabaré pagando ocho mil, el dinero me sacó de apuros”, recuerda Margarita.

El negocio de los cubrebocas para niños nació por recomendación de su hija que para vivir, vende productos de belleza de la marca Jafra. El negocio empezó mal porque no se vendían ni en la Central de Abastos de la Ciudad de México.

Su hija, al promover Jafra también vendía protectores. El negocio empezó a tomar forma; sin embargo, el esposo de su hija enfermó y dejó de vender. Sin ventas otra vez, un día regaló uno y corrió la voz, tanto que 100 cubrebocas llegaron a Estados Unidos.

“Un día fui a comprar resorte y la señora del mercado me regaló tres metros. Entonces, yo le regalé un cubrebocas. Lo vio y le gustó y ahora es una de mis principales compradoras. Se corrió la voz de mi producto y empecé a vender también a una paletería y después a una estética. Después, una persona me pidió 100 cubrebocas para enviarlos a su familia a Estados Unidos, pero el costo del envío fue muy caro y ya no me volvió a comprar”.
Actualmente, dice Margarita, la venta es variable y oscila entre 10 hasta 70 piezas por día. Cada uno se vende en 10 pesos.

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