Las principales multinacionales del mundo ya no podrán utilizar la competencia fiscal entre países para evadir el pago equitativo de impuestos, esto luego de que los ministros de Finanzas de las 20 economías globales más importantes llegarán a un acuerdo histórico este viernes para poner fin a los paraísos financieros de estas compañías.
Aunque este acuerdo se había buscado por décadas, la aparición de gigantes tecnológicos como Google o Amazon, que establecieron sus centros financieros en países con tasas de impuestos muy bajas mientras hacían ganancias en todo el mundo, aceleró el proceso que concluyó con este tratado.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) estuvo al frente de las negociaciones que incluyen una nueva tasa mínima impositiva de 15% a nivel global, con la que se estima obtener ganancias por arriba de los 150 mil millones de dólares, que serán repartidos entre todos los países participantes de este acuerdo.
Mathias Cormann, secretario general de la OCDE, puntualizó que “el acuerdo de hoy hará que nuestros acuerdos fiscales internacionales sean más justos y funcionen mejor, pero debemos trabajar rápida y diligentemente para asegurar la implementación efectiva de esta importante reforma”.
Pese a lo prometedor de este acuerdo, aún quedan dudas al respecto, especialmente porque algunos países no creen que la administración de Joe Biden pueda aprobar en el congreso de Estados Unidos la reforma fiscal interna que se requiere para ratificar este compromiso internacional.
Sin embargo, el presidente Joe Biden celebró este compromiso y señaló que “el acuerdo de hoy muestra cómo el liderazgo y la diplomacia de Estados Unidos están impulsando los intereses económicos de las familias trabajadoras estadounidenses”.
Algunos países como Irlanda o Estonia, que se han visto beneficiados por estas prácticas, se unieron a este acuerdo, luego de verificar que la tasa global mínima impositiva no les obligaba a cambiar sus políticas fiscales, por lo que ellos podrían mantener un porcentaje de cobro bajo, mientras que los países de origen de estas multinacionales serían los encargados de aumentar el 15% extra de ajuste.