Policía Federal blinda Suchiate y Talismán por Caravana Migrante

TUXTLA GUTIÉRREZ., Chiapas. Un total de 244 policías federales llegaron este miércoles a Tapachula para reforzar la vigilancia en la frontera con Guatemala, en momentos en que miles de hondureños avanzan en su ruta hacia Estados Unidos como parte de la Caravana Migrante. Los agentes, equipados para la disolución de motines, llegaron a bordo de dos aviones de la corporación al aeropuerto internacional de Tapachula, en Chiapas. Los agentes federales serán desplegados en el puente internacional Suchiate II, en el municipio del mismo nombre, mientras que otro contingente se apostará en el puente internacional Talismán, en el municipio de Tuxtla Chico, informaron autoridades locales. El jefe de la Policía Federal, Manelich Castilla, dijo el martes que la presencia de sus agentes en la frontera sur tiene como objetivo colaborar con el Instituto Nacional de Migración (INM) ante la eventual saturación de solicitudes de ingreso a México.

Señaló que la instrucción del secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete, es garantizar el orden y el respeto a los derechos humanos de los extranjeros. El propósito, aseguró, no es frenar el avance de la denominada Caminata Migrante, que partió el pasado sábado de San Pedro Sula, Honduras, sino garantizar el orden.

Esos miles de migrantes hondureños, que huyen de la pobreza y la violencia en su país, marchaban este miércoles en caravana por Guatemala en su largo trayecto a EU, donde el presidente Donald Trump ha amenazado con frenar la ayuda a los países de Centroamérica si no detienen este éxodo. Agotados por el largo trayecto, caminando horas bajo el sol y la lluvia y pidiendo “aventón” a vehículos, un primer grupo de casi un millar de hondureños se refugió en la Casa del Migrante, auspiciada por la Iglesia Católica en el centro de la capital guatemalteca. Su objetivo es recobrar fuerzas y seguir hacia la frontera con México. Otro grupo similar ya se encuentra en el este de Guatemala tras alcanzar la tarde del lunes la ciudad fronteriza de Esquipulas. “Esto (caravana) es el principio de una avalancha que se viene, porque ya no soportamos tanta violencia”, dijo a la AFP Denis Contreras, uno de los migrantes que huyó de Honduras con su hermana y dos sobrinas. El hombre, de baja estatura y ojos claros, que viste una camiseta de fútbol de la selección de Honduras, afirmó que su meta es llegar a Estados Unidos y no regresar a su país, al que considera sumido en “el caos” por la violencia y la pobreza. Además, regresar a Honduras sería su sentencia de muerte porque huir “ya está mal visto” por las pandillas. La caravana de más de 2.000 migrantes salió el sábado pasado de San Pedro Sula, en el norte de Honduras, tras una convocatoria hecha por redes sociales.

Otro grupo cruza El Salvador para sumárseles

Poco más de 400 hondureños ingresaron también este miércoles a El Salvador, para cruzar el territorio y sumarse a la Caravana que lleva delantera con compatriotas y avanza por Guatemala. Cruzaron por el puesto fronterizo de El Amatillo, a unos 210 km al este de San Salvador, reportó un comunicado de la Dirección General de Migración (DGM). Según la DGM, en principio los hondureños ingresaron al país efectuando los respectivos trámites migratorios, pero luego un grupo intentó hacerlo sin realizarlos y agentes antimotines de la policía y soldados del ejército les impidieron su paso a El Salvador. La DGM señaló que “se denegará" el ingreso al país a hondureños que no efectúen el respectivo trámite migratorio y se sometan a controles de las autoridades en la frontera. Los hondureños que ingresaron a El Salvador aseguraron a las autoridades migratorias que buscan cruzar el territorio y luego llegar a Guatemala para sumarse a la caravana de sus compatriotas, explicó el director de Control Migratorio de la DGM, Herbert Hernández. (Con información de AP) EC