Policía busca a Frank James, atacante del metro de NY
Las autoridades de Nueva York ofrecen 50 mil dólares de recompensa por toda información que lleve a la detención del afroamericano de 62 años
Más alerta y preocupados, los pasajeros se agolpaban este miércoles en la gigantesca red del metro de Nueva York mientras la policía intensifica la búsqueda del autor de los disparos que hirieron a 10 personas la víspera en un vagón.
El alcalde neoyorquino, Eric Adams, pidió a los ciudadanos que estén “vigilantes”, pero dijo que no hay pruebas de que el tirador tuviera un cómplice, y añadió: “Parece que actuó solo”.
El metro reabrió el miércoles con un “servicio normal” y “completo en todas las líneas después de que la NYPD (Policía de Nueva York) completó su investigación”, dijo la autoridad de tránsito de la ciudad, de casi nueve millones de habitantes.
Para muchos pasajeros que dependen enteramente de ese transporte público para movilizarse era como un día cualquiera, aunque sus sentidos estaban más alerta tras el tiroteo.
“Estaba mucho más vigilante hoy, mirando lo que pasa alrededor mío y asegurándome de que es seguro”, dijo a la AFP Laura Swalm, de 49 años, que debe usar frecuentemente el subterráneo desde Nueva Jersey a Manhattan, acotando que le pareció que esta mañana había menos gente que otros días.
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“Mucha gente que vive lejos no tiene elección. Depende del metro, no puedes dejar de tomarlo, independientemente de que haya un incidente o no”, dijo a la AFP Daniela, de 29 años, originaria de Bosnia, que reconoce que no puede evitar pensar “que un día puede que no vuelva a casa con mis hijos”.
La policía identificó a
Frank
James, un afroestadounidense de 62 años, como sospechoso en el ataque, y envió una alerta en inglés y español a los teléfonos móviles pidiendo la colaboración ciudadana para encontrarlo.
Las autoridades ofrecen 50.000 dólares de recompensa por toda información que lleve a su detención.
Su tarjeta de crédito y las llaves de la camioneta que había alquilado en Filadelfia fueron encontradas en el lugar del ataque.
James
había publicado varios videos en YouTube en los que aparece
dando largas, y a veces agresivas, arengas políticas. También critica al alcalde Adams, un excapitán de la policía partidario de la mano dura para frenar la inseguridad en la capital financiera estadounidense.
Pistola, municiones y un hacha
Según el último balance del tiroteo, que no está siendo investigado como un acto terrorista, 10 personas resultaron heridas de bala y otras 13 por inhalación de humos y otros daños que sufrieron en la huida.
Armado con una pistola, el sospechoso se puso una máscara antigás cuando el tren estaba llegando a la estación, luego abrió dos latas de humo y realizó 33 disparos, dijo el jefe de policía de Nueva York,
James
Essig. La policía encontró una pistola Glock 17 de 9 mm, tras cargadores de municiones adicionales y un hacha.
“Lo que se ve es como una bomba de humo, humo negro que estalla, y luego... la gente (que) se abalanza hacia la parte de atrás”, dijo a la CNN una de las víctimas de los disparos, Hourari Benkada, refiriéndose a la estampida de los pasajeros hacia la puerta del final del vagón.
Benkada dijo que se subió al primer vagón en la calle 59 y se sentó al lado del pistolero. Pero al estar usando auriculares no se dio cuenta de nada hasta que el vagón empezó a llenarse de humo.
“Fui empujado y ahí fue cuando recibí un balazo en la parte posterior de mi rodilla”, dijo.
“En mi ADN”
Un día después del tiroteo, algunos usuarios se mostraron desafiantes.
“Nadie me va a hacer desistir del metro. El metro está en mi ADN y me siento más comprometido que nunca con Nueva York y con el metro”, dice a la AFP Dennis Sughrue, 56, emergiendo de uno de los nudos neurálgicos del metro neoyorquino en Grand Central Station.
Nueva York viene registrando este año un aumento de los tiroteos y el repunte de los delitos violentos. Hasta el 3 de abril, los incidentes con armas se elevaron a 296, contra 260 en el mismo período del año pasado, según las estadísticas de la policía.
Leyes laxas y el derecho constitucional a portar armas han complicado los intentos de poner coto a la proliferación de armas en manos privadas en Estados Unidos, pese a que la mayoría de los estadounidenses son partidarios de un mayor control. DJ
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