La policía británica hizo el viernes un llamamiento a testigos de posibles crímenes de guerra en Ucrania para que colaboren en la investigación iniciada por la Corte Penal Internacional (CPI) a raíz de la invasión rusa.
El fiscal de la CPI anunció el miércoles la “apertura inmediata” de una investigación sobre la situación en Ucrania, tras recibir luz verde de 39 Estados, entre ellos el Reino Unido.
En Twitter, la policía metropolitana de Londres anunció que está “ayudando” a la CPI, con un equipo dedicado a la recolección de pruebas en el Reino Unido.
“Si está en el Reino Unido y tiene pruebas directas de crímenes de guerra en Ucrania desde noviembre de 2013, repórtelas” a estos agentes, pidió.
La investigación abarca los hechos ocurridos a partir del 21 de noviembre de 2013, poco después del inicio de la revolución prooccidental del Maidan, reprimida sangrientamente por el gobierno prorruso de la época, y sigue con la anexión de la península ucraniana de Crimea y el posterior estallido del conflicto entre los separatistas apoyados por Moscú y el ejército ucraniano.
Al anunciar el inicio de su investigación, el fiscal británico Karim Khan señaló una “base razonable” para creer que en Ucrania se cometieron crímenes de la competencia de la CPI.
Esto incluye “todas las acusaciones pasadas y presentes de crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad o genocidio”.
Decenas de especialistas en derecho internacional y personalidades políticas y literarias como el ex primer ministro británico Gordon Brown y el escritor estadounidense Paul Auster han pedido también la creación de un tribunal penal especial para juzgar un posible “crimen de agresión” (el ataque de un Estado contra otro planificado por un dirigente político o militar), que en esta situación no es competencia de la CPI. MAAZ