Sucedió en el Hospital Ángeles del Pedregal hace unos días. El secretario de Comunicaciones, Javier Jiménez Espriú, esperaba el elevador para subir a las habitaciones donde se encuentran los pacientes, cuando un par de señoras lo comenzó a increpar y a hostilizarlo verbalmente de la nada, sin motivo alguno.
Don Javier escuchó lo que le decían, pero no respondió. La polarización no corre en una sola dirección, no nos olvidemos.