El celoso pasa la vida buscando un secreto cuyo descubrimiento ha de causar desdicha.
Axel Benavente, 1866-1954; político sueco
Recientemente, se desató en el país un debate estéril sobre el motivo por el cual el presidente Andrés Manuel López Obrador, no viajaba al extranjero. No viajó a un encuentro estratégico con los líderes mundial en el G20, en Osaka, Japón.
Se generaron rumores de todo tipo, pero lo real no es una política de estar inmiscuido en la política interna. López Obrador, dijo que la mejor política externa es la interna. Sin embargo, la administración pública es un “todo”. Esto significa que no sólo es cuidar los intereses internos, sino también los externos. Allá están nuestros socios comerciales, por una parte, así como millones de mexicanos que dependen de la “buena política” exterior del país.
Viajar fuera del país, representa la oportunidad de hablar de frente y en persona con los líderes mundiales y resolver las diferencias. Ahí es donde hay compromisos que pueden beneficiar al país. Si bien el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, está completamente capacitado para cumplir con esa misión, siempre es mejor cuando el líder de gobierno es el que platica con sus pares como los líderes chino, ruso, alemán, español, inglés, francés o estadounidense, entre otros.
El motivo por el cual no puede viajar al extranjero, es porque viaja en aeronaves comerciales. Los protocolos mundiales exigen mayores medidas de seguridad a jefes de Estado. Esto quiere decir que viajar en una aerolínea que vaya a Osaka, primero tardaría dos días en llegar, a través de aeronaves comerciales, además que implicaría una logística de las empresas que lleguen a ese destino. Si bien pueden usar una aerolínea mexicana, esta deberá llenar requisitos de los cielos por los que pueda cruzar. Un jefe de Estado debe dar a conocer sus acompañantes, sus guardaespaldas, sus armas y otros implementos que corresponden a su investidura.
La pregunta es sencilla: ante la decisión personal de López Obrador de no viajar en un avión del gobierno, sea del Ejército o la Armada, o bien alguno especial de la Presidencia de la República, ¿nunca viajará al extranjero mientras sea Presidente?
Este asunto debe resolverlo el líder del Ejecutivo Federal. Se necesita un avión seguro, con las medidas de seguridad necesarias para proteger al líder del gobierno mexicano y, sobre todo, que optimice el tiempo de viaje y que esté conectado al Presidente con las necesidades de gobierno de un país del tamaño de México.
Ahora bien, en el avión 787 comprado en abonos por el Estado Mayor Presidencial, en el gobierno de Felipe Calderón, no puede ser vendido. El contrato es leasing, o arrendamiento financiero no es compra inmediata. No puede vender algo que tienes en calidad de rentado. Es como vender la casa que rentas o el auto que pagas por arrendamiento. En el caso del avión, hay penalizaciones que implican erogaciones importantes.
Por otro lado, mantener en el limbo el avión cuesta una millonada. Esto significa que el arrendamiento en un hangar de Los Ángeles, mientras “se vende”, cuesta miles de dólares diarios. Además, al mantener inactiva la nave se deteriora. Aunado a lo anterior, los viajes en aviones comerciales del Presidente generan gastos. En síntesis, es un despilfarro mantener en tierra el palacete volador. Lo práctico y más barato, es usarlo.
PODEROSOS CABALLEROS: Ya es una tradición en la izquierda mexicana el divisionismo. Los intereses de los grupos, son mayúsculos y superan cualquier interés público o de partido. Toda es una lucha encarnizada por el poder y el dinero. No se trata de una lucha ideológica. La mayoría, la inmensa mayoría de los izquierdistas nunca han leído un texto de ideología socialista, mucho menos tienen una estructura de solidad y beneficio social. Los pleitos entre las tribus del PRD las heredó Morena. Y, ahora vemos como se desmorona un partido que no tiene liderazgo sólido y fortalecido. Yeidckol Polevnsky, actual líder, no tiene la calidad política para dar un manotazo y poner orden. El único es el Presidente y fundador de Morena, Andrés Manuel López Obrador. Pero, está dedicado a gobernar al país y deja en manos de sus colaboradores cercanos esa labor. Sin embargo, no pueden con el paquete. Ese hueco, hasta el momento, no lo pueden llenar ninguno de los aspirantes a dirigir ese partido.
RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA: El Bosque de Chapultepec, recibió el reconocimiento en la Categoría Oro, del Premio Internacional de Grandes Parques Urbanos, que otorga World Urban Parks. Este organismo evalúa espacios abiertos en todo el mundo. La Categoría Plata fue para el Parque regional Shakespeare en Auckland, Nueva Zelanda; y Bronce al Parque de la Ciudad de Penang en Georgetown, Malasia. El fideicomiso lo integran, Sharon Fastlicht de Azcárraga, presidenta, María Laura Medina de Salinas Pliego, Ramón Chedraui, Joaquín Vargas Guajardo, Juan Cortina Gallardo, Alejandro González Zavalegui, Antonio del Valle Perochena, René Azis, Ignacio Casanueva, Carlos Fernández González, Marinela Servitje, Alejandro Soberón, Alberto Torrado, Alberto Saavedra, Bernardo Rojas, Laura Díez Barroso y Diego Quintana. Lo dirige Lilia Hahua Miguel.Escúchame en MVS Radio (102.5 FM) de 21 a 22 hrs. de lunes a viernes en Poder y Dinero. MVSnoticias.com poderydinero.mxvsb@poderydinero.mx @vsanchezbanos