Las naturalezas inferiores repugnan el merecido castigo; las medianas se resignan a él; las superiores lo invocan.
Arturo Graf (1848-1913) Escritor y poeta italiano.
Hace muchos años un sacerdote católico me refería el caso de un grupo de mujeres que habían sido detenidas por la policía por el entonces delito de prostitución.
Su relato parecía kafkiano. Se trata de jóvenes mujeres que vendían sus cuerpos y, ante el juez, defendían a quien las prostituía. Su padrote, pues.
Mi entrevistado, como el guía espiritual de esas mujeres, detectó al delincuente que explotaba a esas mujeres, mismas que recibían poco dinero por sus servicios y las sometía a inenarrables sacrificios y torturas, además de la explotación como esclavas sexuales.
El centro de explotación sexual, un congal, estaba en la zona del Oriente de la Ciudad de México y las mujeres, incluidas menores de edad, procedían de los Estados de Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Puebla, Hidalgo y otras entidades sumamente pobres.
El cura me platicó que el explotador de mujeres quedó en libertad debido a que las mujeres se negaron a denunciarlo. Lo que era totalmente irracional. Justificaban su decisión las mujeres porque era la única forma de sobrevivir. No importaban los sacrificios o, incluso, el odio por el delincuente.
Su objetivo era sobrevivir ya que ese tipejo les daba dinero para a penas vivir. Incluso para darle de comer a sus hijos, nacidos de las relaciones con los clientes.
Todo esto te lo platico estimado lector, al analizar la manifestación del pasado domingo, en el que se manifestaron miles, decenas de miles. Se llenaron las calles de la Ciudad de México, a pesar de que se trató de una marcha a la que asistieron muchos bajo amenazas, chantajes o acarreo mediante inmoral compra de conciencias.
Según algunas estimaciones, más del 90% eran acarreados y quizá menos del 10% caminaron al lado de Andrés Manuel López Obrador, en su manifestación para demostrar a los electores que son más grandes que los opositores, que desfilaron el 13 de noviembre. Con una sola diferencia, que es fundamental, estos no fueron acarreados y salieron a las calles por su voluntad; no la de los políticos.
En el desfile se caracterizó por el chantaje moral y económico de los organizadores, incluido el Presidente de la República. Si no asistían sufrirían las consecuencias. Pasaría lista, en especial a los ancianos a que apenas podían caminar. La criminal amenaza era quitarles sus pensiones. Claro, injustificadas, ya que nadie puede quitarlas, ni el mismo López Obrador, ni sus canchanchanes ni mucho menos los partidos opositores, ya que es una conquista que está amparada por la Constitución y no hay un loco que se atreva a quitarla, so pena de castigarlo en las urnas.
Como en el caso que me platicó el cura, a inicios de los ochentas, hay delincuentes que actúan con cinismo, aun frente a las autoridades morales y judiciales, que prefieren guardar silencio. Y, si no hay denunciantes, esas lacras sociales sobreviven. Son padrotes que explotan la miseria de un pueblo que sometido por la pobreza es carne de rapiña de la clase política en el poder.
La verdad, no me molesta que la gente salga a la calle a manifestarse. Por el contrario, es un acto de libertad; para expresar lo que les de la gana.
Lo que veo como un acto repugnante es el cinismo. Aceptan públicamente que usan recursos públicos, lo que es un delito, para promover manifestaciones políticas en favor de un solo hombre: López Obrador. Eso es no tener vergüenza. Es sólo derrochar dinero para satisfacer como día Freud, el super yo presidencial.
La marcha del 13 de noviembre para defender al INE y a la democracia no le costó al pueblo un solo peso. La de apoyo a la 4T, nos costó, según análisis actuariales, más de 2 mil 500 millones de pesos.
Regresaron los años oscuros del Presidente todo poderoso, de un partido (Morena) que es instrumento de delincuentes organizados y, lo peor de todo, es la forma como mancillan con imputados la democracia del país. El viejo priismo.
Ya del uso de recursos presupuestales para consolidar el poder de una mafia que en sólo 4 años han destrozado la economía, destrozado el tejido social y acabado con las instituciones que al Pueblo de México le costó más de 100 años en consolidarla.
Todavía falta un año y 10 meses de este gobierno y, como dijo el ciudadano inquilino de Palacio Nacional, lo peor está por venir.
PODEROSOS CABALLEROS
HUMILLA DEL TORNO A MISERABLES DE LA 4T
La secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, quedó exhibida en su exacta dimensión con la orden que le dieron desde Palacio Nacional para acabar con las manifestaciones culturales. Tal parece que los miserables de la Cuarta Transformación creen que el cine, la danza, el teatro, la música y todas las bellas artes son manifestaciones pequeño burguesas. La decisión de acabar con la premiación de lo mejor del cine mexicano, a través de los Arieles, es la señal más retrógrada de un gobierno de tener espíritu social. El director de cine, Guillermo del Toro, ante ello, se ofreció a regalar las estatuillas y proporcionar más recursos. Sin embargo, atrás hay mucho más que una reducción de gastos, sino de usar al cine como una estrategia de propaganda al estilo Hitler. Mañana te platicaré esa estrategia a través de la cultura.
RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA: HOTELES RIU
RIU Hotels & Resorts, propiedad de los hermanos Luis y Carmen RIU, invertirá el año próximo 800 mil euros para proyectos de RSC en Quintana Roo, Nayarit, Sinaloa, Baja California Sur y Jalisco. En Nayarit, donde se ubican tres de sus propiedades, Riu apoyará un total de cinco proyectos. En materia de biodiversidad colaborará con Conservación de Especies Maravillosas de Bahía de Banderas, en el mantenimiento y rescate de la guacamaya verde militar, y con Alianza Jaguar para la conservación de este animal.
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