En la vida no hay premios ni castigos, sino consecuencias.
Robert Green Ingersoll (1833-1899). Político y orador norteamericano.
Una llamada del auditorio del noticiero que dirijo en MVS Noticias me movió a ver más allá de un acto de gobierno que afectaría la salud de millones de niños con el regreso presencial a clases.
Hablamos de los estudiantes entre 3 y 29, que deben acudir a clases. Se estima que son 32.9 millones de mexicanos que deberían presentarse a clases, en pleno repute de la tercera oleada del Covid-19.
De esa población, la mitad son estudiantes de educación básica y el 24% de educación media superior, que corresponde a secundaria y preparatoria (o similar).
Hablamos de más de 15 millones de niños que irían a las escuelas y ello implica la logística de salud ante la pandemia, independientemente de los protocolos normales de maestros, autoridades y alumnos, en tiempos normales.
Pero, a diferencia de varias naciones que regresaron a sus niños a clases, en México no hay protocolos especiales para evitar los contagios. La secretaria de Educación Pública, de Delfina Gómez Álvarez, no invierte un peso más en adecuar las escuelas públicas.
Es más en las 10 medidas que anunció en la mañanera de AMLO, el pasado 12 de agosto deja un sentimiento de vulnerabilidad para los padres de familia.
No piensan, las autoridades, colocar pupitres individuales y separados con acrílicos, sistemas de lavamanos en áreas públicas, mejores sistemas de ventilación cruzada como marcan los protocolos internacionales establecidos por científicos.
Por si fuera poco, no han comprado pruebas para hacerlas aleatorias a los niños y maestros para que detecten infecciones, no hay zonas en cada escuela, donde un médico atienda los casos de niños que sean sospechosos de estar contagiado.
Ahora bien, esto es lo cotidiano que no está contemplado por las autoridades educativas, quienes sólo buscan ahorros en nuestros hijos, en su seguridad y salud, pero todos nos preguntamos: qué es lo que hay detrás de la insistencia, casi obsesiva, del gobierno federal para hacer regresar a clases a los niños, aún en estos momentos de crisis sanitaria.
Aunque dice el Presidente López Obrador que es opcional y que cada padre toma la decisión.
Sin embargo, han repartido una carta responsiva a cada padre de familia para deslindar de cualquier responsabilidad a la SEP y del gobierno Federal, para el regreso a clases a partir del 30 de agosto.
Hay redacciones que causan risa, porque desde la SEP inventan palabras para incrementar el acervo cultural mexicano. Pide que se haga una revisión de síntomas y signos, pero para hacerlo de manera adecuada, las familias necesitan orientación y apoyo (magnífica conclusión).
Ejemplifico que para medir la temperatura, el “tantómetro no es buena guía” porque para ello se necesita un termómetro. ¡Por Dios! ¿Con quienes están tratando?
Realmente es un acto totalmente bajo y vil. El gobierno que se lava las manos de un acto de gobierno, es una canallada. Ahora, dejar en manos de los padres toda responsabilidad sobre la salud de sus hijos, cuando están expuestos a un contagio por una decisión gubernamental, es una traición a la buena fe de los padres.
Lo que se necesita es una guía para los padres. Pero con explicación de profesionales, no de improvisados que ni idea tienen del manejo de pandemias. ¿Cómo revisar los síntomas de la enfermedad en sus hijos?, ¿A quien acudir en caso de tenerlos?, ¿Quién pagará los costos de medicinas y atención médica de los niños?, ¿Qué deben hacer sus compañeros de clase?
Bueno, la lista de preguntas es interminable y lo que se necesitan son respuestas, así como el apoyo de sus autoridades, no su deslindamiento.
PODEROSOS CABALLEROS
MUERTE EN CUERNAVACA
Seis motociclistas murieron el domingo por la mañana en tres accidentes simultáneos en la carretera México-Cuernavaca. El origen del terrible accidente era el exceso de velocidad. Viajaban los motociclistas a más de 250 kilómetros por hora y, según el dueño de un Porche, jugaban carreritas. Uno perdió el control y chocó contra la barra de contención, lo que motivo que los vehículos frenaran repentinamente y los otros motociclistas se estrellaran contra una camioneta y dos tráileres. Ni una sola autoridad estaba ahí para evitar el exceso de velocidad que no solo provocó la muerte de los motociclistas, sino puso el riesgo de decenas de familias que viajaban en esos momentos a la capital de Morelos. Es una vía que tiene como límite los 110 kilómetros por hora. Con policías especialistas en verificaciones ambientales para chantajear a automovilistas, no hay quien vigile la velocidad. No hay controles, ni de automóviles, muchos menos de motos. Este accidente tiene como responsables a quienes viajaban velozmente, pero también las autoridades.
GAS EXPLOSIVO
En la colonia del Valle, un edificio con 63 departamentos, estalló por acumulación de gas. Al momento de elaborar esta columna, una persona murió y otras 25 lesionadas. No se puede entender este tipo de accidentes. Ya sea por gas natural o LP, el olor era intenso y, según sabemos, se pidió auxilio al 068, pero nadie les hizo caso. Checamos la página del gobierno de la Ciudad de México, que se remite a un tuit del 18 de abril pero del 2014, donde dan tres teléfonos para emergencias, así como el tuit @SPCCDMX, una página turca. Un relajo y mediocridad institucional. Sigan así, pagando a especialistas de medio salario, que no ponen atención a su trabajo.
RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA
BD
Becton Dickinson, bajo el liderazgo mundial de Tom Polen, invertirá en tecnología médica, a nivel global, 1.2 mil millones de dólares durante un periodo de cuatro años para expandir y actualizar su capacidad de fabricación y tecnología para jeringas prellenables, así como la de sistemas de administración para medicamentos avanzados, vacunas y nuevos fármacos. La empresa de dispositivos médicos dirigida en México, Caribe y Centroamérica por Julio Duclos, busca seguir transformando los procesos de atención médica y eliminar los errores médicos y de suministro de medicamentos a partir de innovaciones vinculadas con informática, robótica e inteligencia artificial.
Escúchame de lunes a viernes, de 21 a 22 horas, en “Víctor Sánchez Baños en MVS”
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