Todo poder es una conspiración permanente.
Honoré de Balzac (1799-1850) Escritor francés.
Día a día, el presidente López Obrador le proporciona más y más poder económico y estratégico a las Fuerzas Armadas.
Nunca, desde que el PRI les quitó su “sector” a los militares, se había visto tal presencia de soldados y marinos en materialmente todas las áreas del presupuesto del país.
En este artículo quiero platicarles cuatro escenarios de lo que podía ocurrir en las elecciones del 2024, donde se disputa políticamente el poder federal y la mitad de los estados de la República, en unas elecciones que están cerradas entre los que aman a AMLO y los que lo odian. Están divididos en mitades.
Primero tenemos que analizar los motivos por los cuales López Obrador, después de aborrecer públicamente en el pasado reciente a los militares, ahora los convierte en aliados a lo que él ha dado en llamar la Cuarta Transformación.
Luego de darle cabida a grupos radicales en su administración, mismos que han afectado intereses políticos, económicos y empresariales de la oligarquía que impusieron gobiernos anteriores, sabe que en cualquier elección podría ser víctima de lo que él mismo construyó, pero con la participación de los grupos que él mismo activó. No son los mismos, pero los radicales no entienden de las nuevas castas que impulsó el actual líder del Ejecutivo. Simplemente las destruirán, como ocurrió en Venezuela. El siguiente presidente, aunque sea totalmente leal a él, podría darle la espalda y en el mejor de los casos, acabar con sus aliados, y en el peor, meter a la cárcel a sus más cercanos colaboradores o hasta su propia familia. Él no quedaría exento de una persecución política, como ocurrió en China Comunista, a la caída de Mao.
Por ello, consideraría que tener a los militares de su lado podría evitar que a él, su familia y los más cercanos colaboradores, los hiciera víctimas de alguna purga en caso de la victoria de MORENA, o lo que sería un hecho, al triunfo de la oposición, sería una realidad la suma de todas sus pesadillas.
Es una de las tantas cartas que juega y es legítimo como ser humano construirlas desde la cima del poder. Con esto no pretendo calificar en esta columna la administración de López Obrador, que en otros artículos los he evaluado. Sólo el poder y la influencia de los militares, especialmente en el proceso electoral del próximo 2 de junio del 2024.
En ese coqueteo, luego que fue detenido e iniciado un proceso por conspiración en el trasiego de las drogas a Estados Unidos el exsecretario de Defensa con Enrique Peña Nieto, Salvador Cienfuegos, AMLO pidió a Joe Biden su liberación, ya que, en la colaboración de las Fuerzas Armadas en la guerra contra las drogas, las autoridades mexicanas siguen líneas de las agencias estadounidenses. La colaboración estaría en riesgo, ya que nadie metería las manos en favor de las agencias del vecino del norte, que generalmente están en conflicto.
Para mantener contentos a los soldados y marinos, especialmente a los altos mandos, les entregó las fronteras, en especial las aduanas, los puertos, los aeropuertos, los ferrocarriles, la construcción de obras públicas, una silla en la ciencia y tecnología, así como otras actividades que anteriormente estaban destinadas a los civiles.
Ejemplos de los riesgos personales para un presidente en turno, son los de Francisco I. Madero, con Victoriano Huerta y el de Salvador Allende con Augusto Pinochet. En ambos casos con el fin de tener calmados a los militares les dieron un poder total y fue así como ellos fueron los verdugos de los presidentes constitucionales.
Otro caso de terror, fue la llegada por la vía democrática y con mentiras, de Hugo Chávez, quien dejó a un pelele como presidente, Nicolás Maduro, quien tiene un discurso enérgico, pero que está sometido por la bota de los militares que han hundido a ese país en una miseria, incomprensible para el mundo y los venezolanos. También el gobierno les regaló dinero, y ahora, con ese dinero no pueden comprar ni una “caguama”.
Lo hecho, hecho está. AMLO no reflexionó sobre el riesgo de tentar a las Fuerzas Armadas, con poder y dinero. Estoy convencido que la lealtad de los militares y marinos mexicanos está con las instituciones y la democracia. Sin embargo, ¿para qué jalarle los bigotes al tigre?
PODEROSOS CABALLEROS… MIGRANTES, EMERGENCIA: alcaldes de Laredo, Víctor Treviño, y El Paso, Óscar Leeser, están en estado de emergencia ante el fin del uso del Título 42, que ha permitido la expulsión expedita de cientos de miles de indocumentados. Es un asunto delicado ya que podrían venir oleadas de migrantes a México y el gobierno de AMLO no está preparado para darles cobijo, alimentación, techo, salud y cubrir otras necesidades humanas. Se necesita mucho dinero que tendrían que enviarle a los alcaldes de la frontera, muchos de los cuales no miden el verdadero impacto en sus ciudades por el fin del Titulo 42. Dormiditos se ven más bonitos. *** LEYES DE MORENA: En el preámbulo del fin del sexenio de AMLO, el Senado aprobó las 20 reformas que eran prioridad para Morena, como la desaparición del Insabi, la autorización de la nueva línea aérea del Estado, la reducción de la edad mínima para ser diputado a los 18 años, y secretario de Estado a los 25, el cambio a las reglas mineras y 15 años de cárcel para quien trafique con fentanilo. Además, avaló las reformas legales que otorgan mayores facultades al gobierno y a la Sedena en materia de ferrocarriles, turismo, y manejo de recursos públicos. Otra vez, darle mayores atribuciones a las fuerzas armadas.
RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA… ELI LILLY: Por segundo año consecutivo Lilly de México, liderado por Karla Alcázar, logró posicionarse en el ranking de Súper Empresas 2023 y TOP Companies. En un emotivo mensaje.
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