AMLO pierde el 50% de su voto duro

19 de Diciembre de 2024

Víctor Sánchez Baños
Víctor Sánchez Baños

AMLO pierde el 50% de su voto duro

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Sería una necedad pretender que el pueblo no puede cometer errores políticos.

John Calvin Coolidge (1872-1933) Presidente de Estados Unidos (1923-1929).

En las elecciones del 2018, Andrés Manuel López Obrador ganó las elecciones presidenciales con 30 millones 113 mil 483 votos; el 54.71% del electorado que acudió a las urnas. El 63.43% acudió a las urnas ese año, dato que no es el récord nacional, pero es uno de los más elevados de la historia electoral del país.

El INE, de Lorenzo Córdova, fue el que le dio el triunfo y reconoció a López Obrador, como el vencedor. Las estrategias para que ganara AMLO se instrumentaron desde Los Pinos. Por ello, Enrique Peña Nieto, es el intocable de este sexenio.

Pero eso forma parte de las teorías de la conspiración que después las podríamos platicar.

De los 30.1 millones de electores y simpatizantes que votaron en el 2018 por López Obrador, ahora en la revocación de mandato sólo fueron 16.5 millones, de los cuales votaron en su favor 15.1. En número redondos perdió el 50% de su voto duro.

Con esta plataforma, podría perder los comicios del 2024, donde su candidata, Claudia Sheinbaum (plan A) ó Adán López (Plan B), fracasarían rotundamente en las urnas, con un candidato de oposición sólido y bien posicionado. Hoy no hay nadie que sea funcional.

Como les mencioné en mi pasada columna, se trató de un simulacro para el 2024. Los resultados no son nada alentadores para Morena y lo supo desde las primeras horas de la tarde el líder de ese partido, Mario Delgado. Su rostro denotaba desesperanza.

Todo el esfuerzo por acarrear votantes a las urnas, aún violando la ley electoral, fue un fracaso. Funcionarios Federales se quitaron las máscaras de demócratas y salieron a romper las leyes (que ellos mismos impulsaron y aprobaron para la veda electoral), para promover la “revocación de mandato” que impulsó López Obrador.

No es exageración, pero cientos de políticos de Morena violaron la ley y merecen cárcel por sus delitos o cuando menos multas que les duela sus bolsillos y no se carguen al erario. Vimos al Presidente, secretarios de gabinete, gobernadores, alcaldes, diputados locales y federales, así como senadores, sin el menor escrúpulo hacer proselitismo en momentos de veda. Pero, ahora, “no nos vengan que la ley es la ley”, como dijo su líder máximo.

Este ejercicio, que no fue un acto democrático o cuando menos, pocos, pero muy pocos, le creen a Morena que es se trató un acto que fortalece la democracia. Fue un simulacro de democracia; un acto que puso en práctica las acciones que deberán tomar para el 2024 y, en especial, crear condiciones bélicas contra el Instituto Nacional Electoral.

Saben que en una democracia, insípida como la nuestra, es difícil que gane otra vez Morena. Por ello, usan estrategias como la de Venezuela, en donde los órganos electorales están en manos de empleados gubernamentales que sirven al gobierno de Nicolás Maduro y su guardia pretoriana; un grupo de militares que son corruptos a niveles insospechados, quienes guardan sus incalculables riquezas en paraísos fiscales y Estados Unidos.

CIFRAS DE OPOSICIÓN: ACTO DE PROTESTA

Los datos logrados en el análisis de la consulta del domingo pasado no son dignos de ser una fotografía de la forma en que se encuentra el mapa político electoral de hoy. El número de opositores no es el correcto. Obviamente es superior, pero con estas cifras, la Cuarta Transformación desconoce el nivel real y sólo se sabe donde no hay interés por participar en las “puntadas” del gobierno federal. La cifra opositora no acudió a las urnas, en su inmensa mayoría para evitar hacer el caldo gordo a la administración morenista.

Fue un acto de rebeldía contra lo que hace el gobierno de la Cuarta Transformación como para demostrar una vez más, lo que se hizo evidente en la Ciudad de México: la clase media no le hace caso a las campañas de neuromarketing político que se gesta desde las esferas de poder político.

Ahora bien, el INE cumplió con su responsabilidad de realizar la consulta. AMLO no quiso darles dinero para promoción, ni para la instalación de casillas. Así que, con los raquíticos recursos, logró ese instituto autónomo, cumplir el capricho del Ejecutivo Federal, de López Obrador, pues.

En conclusión, la consulta para la revocación de mandato, fue un acto teatral con poco público y un pésimo espectáculo. Perdieron AMLO y la 4T.

PODEROSOS CABALLEROS

REFORMA ELÉCTRICA, EN LA TABLITA

Los legisladores de Morena, encabezados por Ignacio Mier y su fiel escudero, Sergio Gutiérrez, sudan frío. La orden de AMLO es no cambiar la esencia de la Ley Eléctrica y la oposición no dejará pasarla así. Por ello, ayer se la pasaron horas para cabildear. Me dicen, que intentaron maiceara los diputados opositores, pero como los morenistas no son de fiar, nadie lo aceptó. Se calienta, pero la pólvora sigue mojada, desde que salió de Palacio Nacional.

Escúchame de lunes a viernes, de 21 a 22 horas, en “Víctor Sánchez Baños en MVS”

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