Las bandas criminales de México han logrado expandir su presencia y poder a nivel global hasta convertirse en empresas delictivas con la capacidad de desestabilizar regiones más seguras, e incluso financiar movimientos terroristas.
Estas son algunas de las conclusiones más importantes de dos reportes internacionales sobre seguridad y delincuencia organizada en el mundo.
Datos de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Trasnacional, que publicó el primer índice capaz de evaluar la fragilidad de los gobiernos frente a estos grupos, revelaron que los cárteles mexicanos ocupan los primeros lugares a escala mundial en todos los mercados delictivos de este reporte, y que mantienen lazos estrechos con otras asociaciones a nivel global.
México obtuvo un total de 7.57 puntos de 10 posibles dentro de este indicador, lo que coloca al país como el cuarto lugar con mayor criminalidad en el mundo, sólo detrás de República Democrática del Congo, Colombia y Myanmar.
Además de los crímenes asociados al narcotráfico, los cárteles mexicanos también participan activamente en la trata de personas, contrabando de hidrocarburos y en la creación de entornos económicos fraudulentos que permiten el lavado de dinero de otros grupos delictivos, así como el financiamiento de grupos terroristas y paramilitares.
Los grupos del crimen mexicano también son una pieza clave para delitos medioambientales en todo el mundo al participar en el tráfico de maderas preciosas, como el palo de rosa que venden directamente a las mafias chinas, así como de especies protegidas y plantas exóticas; de hecho, el reporte estima que las ganancias de este mercado negro son significativas y ha supuesto una presión extra a la vida silvestre del país como jaguares, águilas reales y reptiles.
En perspectiva, el tráfico de totoaba genera ganancias millonarias a estos grupos, ya que las mafias de contrabando de China pagan por una libra de vejiga natatoria de este pez el doble de lo que vale una cantidad similar de cocaína.
Alarma en Europa
Por otra parte, la amenaza de las redes criminales mexicanas en el mercado de drogas europeo está llegando a niveles alarmantes con el aumento histórico en el tráfico de metanfetaminas y cocaína, así como en los niveles de violencia que caracteriza a los cárteles, pero también por el elevado riesgo de que la mortal droga de fentanilo llegue a los ciudadanos europeos.
Así lo advierte un análisis del Observatorio Europeo de la Droga y las Toxicomanías y la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial (Europol) en el que se subraya que “los productores europeos de drogas sintéticas están trabajando con grupos criminales mexicanos para desarrollar procesos de producción y explotar la infraestructura existente en Europa” para expandir el tráfico de cocaína y metanfetaminas.
Dentro de las amenazas que considera el informe de drogas de la Unión Europea 2022 de esta cooperación entre los grupos mexicanos y europeos es el nivel de “violencia grave”, derivado de la alta rentabilidad del negocio de las drogas que puede conducir a una “intensa competencia y rivalidades entre grupos delictivos que pueden extenderse a la sociedad de la UE”.
Otra potencial amenaza que anticipan las autoridades europeas es la incursión de las redes criminales de México en la producción de fentanilo, la letal droga que en Estados Unidos ha causado una “epidemia de muerte”, como ha reiterado el presidente Joe Biden al pedir una mayor colaboración del gobierno mexicano para combatirla.
Sobre ese punto, el informe señala que, “además de producir metanfetamina, es conocido que las redes criminales mexicanas producen fentanilo para el mercado estadounidense. Por lo tanto, existe una amenaza que la cooperación entre redes criminales mexicanas y europeas podría resultar en la propagación del fentanilo en la Unión Europea”; no obstante que el gobierno mexicano insiste en que esa droga no se produce en nuestro país.
