Europa enfrenta un desafiante panorama económico, ya que el poder adquisitivo de los ciudadanos europeos ha ido en declive, en contraste con el crecimiento económico de Estados Unidos, según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) citado por The Wall Street Journal.
Los análisis recientes revelan que el consumo privado en la eurozona ha experimentado una disminución de aproximadamente el 1 % ajustado por inflación desde finales de 2019.
Por otro lado, en Estados Unidos, esa cifra ha aumentado casi un 9 %. Estos datos son un indicativo preocupante de la brecha creciente entre ambas regiones.
En 2008, tanto la Unión Europea como EU representaban una cuarta parte del gasto mundial en consumo; sin embargo, en la actualidad, la UE solo representa un 18% de ese total, mientras que el país norteamericano ha incrementado su participación al 28 %.
La OCDE destaca que los salarios ajustados a la inflación han disminuido alrededor de un 3% desde 2019 en Alemania, un 3,5% en Italia y España, y un 6% en Grecia.
En contraste, los salarios reales en Estados Unidos han aumentado aproximadamente un 6 % durante el mismo período.
Clase media
El impacto económico también ha afectado a la clase media, y el gasto en productos de lujo, como comestibles de alta gama, ha sido afectado.
Por ejemplo, los alemanes consumieron 52 kilos de carne por persona en 2022, un 8 % menos que el año anterior, siendo el nivel más bajo registrado desde 1989.
El análisis detalla cómo los hábitos alimenticios han cambiado debido a las dificultades económicas.
Los franceses han reducido el consumo de foie gras y vino tinto; los españoles disminuyeron el uso de aceite de oliva, mientras que en Italia; los precios de la pasta, un alimento básico, han aumentado más del doble de la tasa de inflación nacional.
La recesión que atraviesa Europa a principios de este año ha agudizado la sensación de declive económico, político y militar que ha surgido en los últimos años.
El envejecimiento de la población, la preferencia por el tiempo libre y la seguridad en el empleo sobre los ingresos, junto con las consecuencias de la pandemia de COVID-19 y la guerra en Ucrania, que afectó las cadenas de suministro y aumentó los precios de la energía y los alimentos, son algunas de las razones que explican esta dinámica. DJ
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