El líder de la izquierdista Podemos, Pablo Iglesias, anunció que su formación descarta apoyar la investidura del socialista Pedro Sánchez, al que acusa de tener un acuerdo que lo acerca a la derecha ideológica.
En la segunda jornada de investidura a la que se sometió Sánchez para intentar ser presidente del gobierno, Iglesias y el líder socialista marcaron un duro cara a cara debido a que ambos rompieron negociaciones para formar un gobierno de izquierdas.
El dirigente de Podemos aseguró que Sánchez no quiso pactar con ellos porque los intereses de muchos políticos socialistas desaconsejaron a Sánchez: “temen la posibilidad de un cambio en España”.
Incluso, el presidente del Congreso de los Diputados, Patxi López, reprobó a Iglesias cuando aseguró que entre esos políticos que no quieren a Podemos en el gobierno está el ex presidente socialista Felipe González “que tiene un pasado manchado con cal viva”.
Ante ello, Sánchez aseguró sentirse orgulloso del pasado del PSOE y en especial de González (en cuyo gobierno se cometieron crímenes por parte de fuerzas de seguridad contra miembros de ETA).
“Nosotros no jugamos con el terrorismo, quizá porque lo hemos sufrido en nuestras propias filas”, expuso el líder socialista.
Iglesias acusó al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de haber aceptado un acuerdo con Ciudadanos, a cuyo líder Albert Rivera comparó con Nicolás Maquiavelo, por considerar que cede el poder “a las oligarquías”.
Tras descartar cualquier apoyo a la investidura, ni siquiera de forma indirecta con una abstención, llamó a Sánchez a recapacitar y negociar con las fuerzas de izquierda un gobierno de cambio.
Sin embargo, el líder socialista reiteró lo dicho la víspera en su discurso de investidura, el hecho de que todas fuerzas de izquierda no suman la mayoría absoluta para gobernar.
Asimismo, Sánchez reiteró su negativa a la propuesta de Podemos (que fue uno de los obstáculos en la negociación entre ambas formaciones) de celebrar un referéndum de independencia en Cataluña, ya que no se está de acuerdo en romper la soberanía y unidad de España.
El secretario general del PSOE se sometió a la investidura en el Congreso sin tener los apoyos suficientes, ya que junto con Ciudadanos suman 130 de los 350 escaños, y el resto de grupos parlamentarios están en contra.
En las elecciones del 20 de diciembre, el Partido Socialista Obrero Español obtuvo 90 de los 350 escaños del Congreso, detrás de los 123 del PP, y por delante de los 69 de la izquierdista Podemos y los 40 de Ciudadanos, y el resto de otras fuerzas nacionalistas y regionales.
De acuerdo con el sistema parlamentario español, tras los comicios se abre una segunda fase de elección entre los 350 diputados, quienes aprueban al candidato que se someta a investidura con 176 votos (la mitad más uno), o en una segunda votación con más votos a favor que en contra 48 horas después.