Plan Nacional de Desarrollo tiene como base combate a la corrupción

18 de Noviembre de 2024

Plan Nacional de Desarrollo tiene como base combate a la corrupción

Tendrá como prioridad durante su sexenio el “combate a la corrupción, el dispendio y la frivolidad”, mientras en el tema de seguridad buscará "un cambio de paradigma"

El presidente Andrés Manuel López Obrador tendrá como prioridad durante su sexenio el “combate a la corrupción, el dispendio y la frivolidad”, mientras en el tema de seguridad buscará “un cambio de paradigma”.

De acuerdo con el Plan Nacional de Desarrollo, que el mandatario envió a la Cámara de Diputados para su análisis y aprobación, “una de las características más destructivas y perniciosas en México ha sido la corrupción extendida y convertida en práctica administrativa regular”.

Por ello, señala, “estamos empeñados, en primer lugar, en acabar con la corrupción en toda la administración pública, no sólo la corrupción monetaria, sino la que conlleva la simulación y la mentira”.

Para el combate a la corrupción y para lograr sus metas, el presidente plasmó la mayoría de las frases y filosofía que utiliza a menudo en sus conferencias mañaneras y discursos en actos públicos como: “No al gobierno rico con pueblo pobre”, “nada, al margen de la ley; por encima de la ley, nadie”, “por el bien de todos, primero los pobres” y “no puede ver paz sin justicia”, entre otras.

Con dichas medidas, al final del sexenio “la delincuencia de cuello blanco habrá desaparecido y la corrupción política y la impunidad, que han prevalecido como norma hasta 2018, habrá quedado reducidas a casos excepcionales”.

Seguridad

En seguridad, el Ejecutivo Federal considera un resultado “catastrófico” la estrategia implementada entre 2006 y 2018 para combatir la inseguridad y la violencia. Por ello, se decide “cambiar las medidas de guerra por una política de paz y seguridad integral”.

Entre sus primeros objetivos en esta materia están: Erradicar la corrupción y reactiva la procuración de justicia; garantizar empleo educación, salud y bienestar; pleno respeto a los derechos humanos; regeneración ética de las instituciones de la sociedad, y reformular el combate a las drogas, entre otras. Sobre cómo se combatirá a los cárteles de las drogas, no mencionan puntos específicos.

En seguridad, el Ejecutivo Federal considera un resultado “catastrófico” la estrategia implementada entre 2006 y 2018 para combatir la inseguridad y la violencia. Por ello, se decide “cambiar las medidas de guerra por una política de paz y seguridad integral”.

El cambio de paradigma en seguridad, según el documento, consiste en erradicar la corrupción y reactivar la procuración de justicia; garantizar empleo educación, salud y bienestar; pleno respeto a los derechos humanos; regeneración ética de las instituciones de la sociedad, y reformular el combate a las drogas, entre otros puntos.

Con dichas medidas, al final de sexenio, los índices de homicidios, secuestros, robos… habrán reducido un 50 por ciento, en comparación con los de 2018.

“Para entonces la delincuencia organizada estará reducida y en retirada. Los jóvenes no se verán empujados a las conductas antisociales y se privará a la criminalidad del semillero de nuevos integrantes”, indica.

Sobre cómo se combatirá a los cárteles de las drogas, no mencionan puntos específicos.

Economía

En el tema económico, estima un promedio sexenal de 4 por ciento en la tasa de crecimiento del PIB.

“El fortalecimiento de los principios éticos irá acompañado de un desarrollo económico que habrá alcanzado para entonces una tasa de crecimiento de 6 por ciento (al final del sexenio), con un promedio sexenal de 4 por ciento. La economía deberá haber crecido para entonces el doble que el crecimiento demográfico”, señala.

Además se pone como prioridad “separar el poder político del poder económico”, pues “durante décadas el poder político en México ha sido distorsionado y pervertido por la connivencia entre equipos de gobierno y grupos empresariales”.

De acuerdo con los resultados de la consulta ciudadana, realizada a través de internet, los problemas más apremiantes para la población por orden de importancia son: Inseguridad y violencia, corrupción y desempleo o empleos mal pagados.

En el tema económico, estima un promedio sexenal de 4 por ciento en la tasa de crecimiento del PIB.

“El fortalecimiento de los principios éticos irá acompañado de un desarrollo económico que habrá alcanzado para entonces una tasa de crecimiento de 6 por ciento (al final del sexenio), con un promedio sexenal de 4 por ciento. La economía deberá haber crecido para entonces el doble que el crecimiento demográfico”, señala.

Además, indica el documento, “en este sexenio no se recurrirá a endeudamiento para financiar los gastos del Estado ni para ningún otro propósito”. Y se pone como prioridad “separar el poder político del poder económico”, pues “durante décadas el poder político en México ha sido distorsionado y pervertido por la connivencia entre equipos de gobierno y grupos empresariales”.

También contempla: respeto a los contratos existentes y aliento a la inversión privada; el rescate del sector energético, e impulsar la reactivación del mercado interno y el empleo.

Destaca también sus proyectos regionales como el Tren Maya; el Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec, a través del Corredor Multimodal Interoceánico, y el Aeropuerto Internacional de Santa Lucía.

Según el presidente, al final del sexenio, los salarios habrán recuperado cuando menos el 20 por ciento de su poder adquisitivo; habrá una mejor distribución de la riqueza, y la pobreza extrema habrá sido erradicada.

A la población le preocupa más la inseguridad y la violencia

Para elaborar el Plan Nacional de Desarrollo, el gobierno de López Obrador realizó, a través de internet, una consulta ciudadana del 4 de marzo al 15 de abril pasado.

A los principales se les pidió elegir tres problemas públicos, de una lista de 13, que consideraban el gobierno mexicano debía atender primordialmente.

Así, de acuerdo con los resultados, los problemas más apremiantes para la población por orden de importancia fueron: 1. Inseguridad y violencia 2. Corrupción, y 3. Desempleo o empleos mal pagados.

Por primera vez en la historia, el Plan Nacional de Desarrollo será revisado y aprobado por el Congreso. Legisladores tienen un plazo de 30 días a partir de su recepción, que fue ayer 30 de abril.