Izakaya Kura: Comida corrida a precios de lujo

26 de Abril de 2025

Ana Saldaña

Izakaya Kura: Comida corrida a precios de lujo

ana saldana

Afortunadamente para los niponófilos, día con día la oferta de auténtica gastronomía japonesa va a en aumento. Justo el pasado fin de semana fui a conocer Kura, un concepto de izakaya. Para los que no están familiarizados con este tipo de establecimiento, la palabra viene de “i” (quedarse) y “sakaya” (tienda de sake). El concepto surgió cuando en las tiendas de sake en Japón los dueños permitían a su clientela usar los barriles de sake para sentarse y beber pausadamente dentro de sus instalaciones. Con el paso del tiempo, el concepto evolucionó para ofrecerles botanas para acompañar las bebidas. En lo personal, es un concepto que me encanta y tanto en Japón, como en ciudades globales como Nueva York y Washington, he tenido comidas memorables en términos gastronómicos, por lo que normalmente traduzco el concepto como un “gastropub” o cantina elegante. Todavía puedo recordar una experiencia en un izakaya en Okinawa en donde llegó a mi mesa un pescado loro. Si, ese hermoso pez multicolor que luego encontramos también en nuestro mar Caribe. Estaba montado en el plato como si siguiera nadando con la ayuda de palillos estratégicamente colocados, con el sashimi perfectamente porcionado, acompañado de wasabi fresco rallado sobre el rallador tradicional de piel de tiburón. Además, en Nueva York recomiendo ampliamente el Izakaya Sakagura y en Washington, D.C, Daikaya, que se han vuelto paradas obligadas cada vez que visito esas ciudades.

Foto @anasaldana

Kura es, sin duda, agradable. Su decoración es minimalista, complementada como uno esperaría con barriles de sake. Cuenta con grandes mesas comunales de madera y luego una barra frente a la cocina en la cual uno puede degustar la especialidad de la casa que son los robata, una preparación similar al asador, en el que brochetas con un sin fin de ingredientes se cocinan sobre las brasas calientes del carbón. También en este lugar sirven caldos, incluyendo un abundante ramen. La carta de sakes como uno esperaría es variada y para todos los bolsillos.

Foto @anasaldana

Como llegamos sin reservación, nos ofrecieron un lugar en la barra de bebidas. Decidimos picar de todas las secciones del menú, para familiarizarnos más con el concepto, que dicho sea de paso, es muy extenso y cuenta con un sin fin de preparaciones. Sin embargo, si tuviera que mejorar mi experiencia, sugeriría a cualquier comensal que guste de comer y disfrutar la visita, pedir únicamente un tipo de comida, ya sea un ramen, o un menú del día o robata ya que por el volumen de gente la comida no sale por tiempos con un orden lógico basado en su cocción como se acostumbra en Japón, sino que se sirve de forma anárquica, sin importar si es un tiempo frio o caliente, crudo, asado o frito.

Foto @anasaldana

En un abrir y cerrar de ojos, llegó a nuestra mesa un sashimi con pescado del día, un robata de mentaiko (hueva de abadejo), un robata de lengua de res, un robata de flor de loto, un caldo de pork belly que cuando llegamos a probarlo ya estaba tibio, un don (tazón de arroz) montado con atún, yema de huevo y natto entre otras cosas y unas sardinas asadas, así como abulón. Como te imaginarás, entre la temperatura caliente y fría de los distintos platillos, así como la combinación de sabores, se convirtió en una experiencia poco disfrutable, resultado de que no probamos las preparaciones en su punto óptimo.

Foto @anasaldana

Pero bueno preguntarás con razón, ¿qué tal estaba la comida? El pescado, aunque fresco, me pareció de calidad intermedia, ya que contaba con algunas partes fibrosas, lo cual indicaba poco cuidado en la preparación por parte del Chef encargado o bien deficiencia en la proceso de proveeduría. La robata de mentaiko estaba buena y con su típico sabor salado resultó un acompañante ideal del sake. La robata de lengua de res por su método de cocción aún tenía una consistencia firme, que para algunos comensales acostumbrados a las preparaciones de lengua en la cocina mexicana podría no gustarle a todos. El abulón estaba muy rico aunque la salsa con la que se aderezaba el platillo estaba salada de más. Para el don, la combinación de ingredientes era agradable, sin embargo, no tenía nada espectacular. Al final, cerramos la comida con un pulpo pasado ligeramente por las brasas, que estaba un poco chicloso, que para el gusto promedio mexicano, podría gustar o no.

Foto @anasaldana

El mesero brilló por su ausencia y en la barra aunque llegaban muchos meseros, nadie volteaba a ver las mesas que no eran suyas. Para pedir más de beber, después de varias veces de tratar de hacer que nuestro mesero volteara a vernos, de plano mejor decidimos pedírselo directamente al cantinero. Era como si la sección frente al barman, no fuera parte del restaurante.

Así la experiencia fue accidentada y nada que ver con la idea de permanecer y disfrutar del sake. No sé si entre semana o cuando haya menos gente sea diferente. Tampoco sé si pudiese variar la experiencia si te sentaras en otra ubicación, como por ejemplo en la barra frente al chef. Tampoco, sé si el problema fue que nada más me tocó un mesero muy malo. Pero definitivamente, al final, en lo personal la relación precio calidad del lugar el día que lo visité se me hizo mala. Fue una comida corrida, con poco cuidado de los detalles y métodos de preparación, muy diferente a como se come en un verdadero izakaya.

Espero que tengas un fabuloso día y recuerda, ¡hay que buscar el sabor de la vida!

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Kura Izakaya Colima 378 Local A, Roma Norte, 06700 Cuauhtémoc, CDMX Tel. 5511-8665 Cuentan con reservas en Open Table.

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