¡Viva México!

1 de Diciembre de 2024

Ana Saldaña

¡Viva México!

Todos estamos preparándonos para el puente que llegará con nuestras Fiestas Patrias este fin de semana. Sin importar el plan, en lo personal considero que algo digno de festejarse es nuestra riqueza culinaria.

Si tuviera que pensar en a qué me sabe México, te diría que no hay placer más grande para mí que el de tomar una tortilla recién preparada y hacerla taquito con un poco de sal, salsita de molcajete y aguacate. Probar unos frijoles de la olla sazonados con una pizca de epazote para darle mayor profundidad de sabor. ¿Que tal un taco delicioso de bistec acompañado de un poco de pápalo quelite para abrirle el sabor?

La variedad de platillos que ofrece la gastronomía mexicana es impresionante. Cuando viajo, muchas veces me preguntan cuál es el plato nacional. A veces cuesta trabajo como extranjero entender que, en México, por su orografía, tenemos una gran diversidad de platillos que incluyen todo tipo de mariscos hasta cactus en el desierto.

Desde el norte sueño con machaca y sus grandes y delgadas tortillas de harina. En la Baja, abro mi apetito junto con una cerveza bien fría, pensando en tostadas de marlin y sus ostiones. Después la nariz y las ganas de un banquete me llevan a la Huasteca, donde los recuerdos de un festejo invariablemente invocan el zacahuil, ese enorme tamal que a veces puede llegar a medir hasta 2 metros, preparado con guajolote, cerdo, y una mezcla de chiles frescos y secos. Veracruz y la Zona del Golfo nos deleitan con sus preparaciones a base de plátano macho, cazón y deliciosos ceviches. Por su parte el Pacífico, desde Sinaloa hasta Oaxaca, invoca los sabores del aguachile, callos de hacha, ceviches, pero también adentrándonos y cruzando la Sierra llegamos a la ciudad de Oaxaca para degustar los moles, cecina, tlayudas y mezcal que deleitan hasta el gourmet más exigente. No puedo pasar por Guadalajara sin pensar en tequila y en tortas ahogadas. En la Zona Centro, pienso en los gusanos de maguey y escamoles, preparados con mantequilla y servidos con guacamole en una tortilla recién hecha. La barbacoa, las carnitas, el chicharrón. Puebla, la cuna de los chiles en nogada y también del mole poblano y los huanzontles. En la ciudad de México, se concentra gastronomía de todo el país, pero también puedes comer taquitos de bistec, de pastor, de canasta. De una punta a otra, la oferta gastronómica es abundante. En la península de Yucatán, tenemos el achiote, la cochinita, el chile habanero. Cada rincón de México ofrece una sorpresa culinaria.

Estoy segura, que en mi recuento he olvidado platillos icónicos mexicanos. Ahorita tengo un antojo de unos esquites y de unas quesadillas con huitlacoche y camarón. De unas corundas michoacanas con crema fresca. Unos tlacoyos con hoja de aguacate y frijol. Una sopa seca de fideo con chicharrón, ensalada de nopal, gorditas, sopesitos, huaraches.

Lo que es cierto es que no hace falta gastar mucho dinero para festejar. Lo que hace falta a veces es tiempo para cocinar, rescatar las recetas de familia y llenar tu vida del sazón mexicano maridado con la calidez de su pueblo. Tengo mucho orgullo de ser mexicana, pero más ,de vivir en un país que ofrece una riqueza gastronómica que hasta al más comelón le da batalla. Cuando viajo por mi país no deja de sorprenderme su comida: siempre descubro nuevas recetas, nuevos platillos, nuevos ingredientes.

Espero que tengas un maravilloso fin de semana largo y recuerda hay que buscar el sabor de vida. ¡Viva México! ¡Viva la gastronomía Mexicana!