El conservador Sebastián Piñera fue investido presidente de Chile este domingo, por segunda vez, con la promesa de acelerar el crecimiento económico y el reto de administrar el legado de reformas que introdujo la socialista Michelle Bachelet. El titular del Senado, el socialista Carlos Montes, tomó el juramento a Piñera y le colocó la banda presidencial que le acababa de entregar Bachelet, quien le ayudó a ajustársela antes de darle darle un beso y entonar los participantes el himno nacional. Acto seguido, la ya exmandataria y su gabinete se retiraron del hemiciclo en medio de los aplausos para dejar todo el protagonismo a las nuevas autoridades.