Redacción ejecentral
El piloto Miguel Quiroga de la aerolínea Lamia quien comandaba el avión que se estrello hace una semana causando la muerte a 71 personas, se encontraba en proceso en Bolivia y había una orden de arresto en su contra por haber dejado la Fuerza aérea Boliviana (FAB).
Reymi Ferreira, ministro boliviano de Defensa, indicó que “El capitán Quiroga, que fue piloto del avión que se accidentó, tenía un juicio con la Fuerza Aérea Boliviana, incluso contaba con un mandamiento de apremio”. Indicó que Quiroga y otros cuatro militares que abandonaron la entidad son procesados por esa razón, pero evitaron ser detenidos presentando recursos legales de amparo constitucional.
Comentó que “Ellos recibieron una formación profesional, en la que el Estado invierte (...) y de pronto, a media carrera en lugar de cumplir con el acuerdo y volcar esos conocimientos y destrezas a favor de la FAB y el Estado prefieren renunciar”. Ferreira destacó que los pilotos tienen el compromiso de que una vez que son formados no deben retirarse de la entidad hasta cumplir con años de servicio militar estipulados.
Y solamente en casos excepcionales se puede analizar la baja de un militar de la institución y en cinco casos analizados, incluido el de Quiroga, no había justificación para que sean retirados.
Los juicios contra esos exmilitares generaron reacciones que intentaron mostrar que la Fuerza Aérea estaba actuando prepotentemente y violando los derechos, cuando realmente defendía los intereses del Estado, recalcó el ministro boliviano de Defensa.
De acuerdo con el boliviano, la formación de un piloto de la FAB le cuesta al Estado al menos 100 mil dólares en EU y Europa.