La organización Red ProCienciaMX presentó esta tarde una estrategia de política en ciencia, tecnología e innovación (CTI) en la que destacan tres propuestas generales: la creación de una secretaría de estado se en estas materias; un drástico aumento en el presupuesto que se destina a las mismas en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), y el apoyo para la apertura y consolidación de empresas de base tecnológica.
En el pasado hemos sido muy críticos, pero es momento de dejar eso y ser propositivos”, dijo la economista especializada en innovación Gabriela Dutrénit, en referencia a que están buscando que el documento Estrategia de política de CTI hacia el bienestar social y el desarrollo sustentable de México: 2024-2036 llegue a los equipos de las posibles candidatas a la presidencia, Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum.
Dutrénit agregó que el documento, además de proponer medidas contundentes, como la creación de una secretaría con una agencia de ciencia y tecnología y una de innovación, también enlista una serie de “compromisos fundamentales” que esperan aceptan los equipos de las candidatas, como el incremento de becas y plazas, mayor apoyo a la ciencia básica y la federalización del financiamiento a la CTI.
Paliar la crisis que viene
La propuesta de ProCienciaMx es para dos sexenios, por un lado, porque sería lo mínimo necesario para que “una política de estado pueda dar frutos”, señalaron los integrantes de ProCienciaMx; pero también porque la estrategia está diseñada pero recuperar parte del camino que ya se tenía y llegar más allá.
El divorcio entre los tres poderes en el país también tomó de rehén a la ciencia, y en esta circunstancia estamos en una situación precaria, con una ley impugnada, que tiene visos de su inminente derogación, lo cual nos puede llevar a un vacío que puede durar dos o tres años” y la estrategia permitiría ir “paliando la crisis”, comentó Brenda Valderrama, investigadora del Instituto de Biotecnología de la UNAM y autora del libro 360 Grados. Una visión panorámica de la política científica en México 1985-2019.
Por lo pronto, “nos preocupan los estudiantes”, agregó Valderrama, pues muchos de ellos están desertando por los problemas con las becas, pero también los académicos, por la crisis del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), y el sistema en general, pues en el tiempo de la actual administración han sucedido cosas como se dejaron de firmar convenios con universidades privadas a nivel nacional y con cualquier institución de investigación a nivel internacional.
Duplicar el presupuesto
Valderrama comentó que para que la ciencia como actividad de interés público se desarrolle correctamente tiene que tener el apoyo de los tres poderes del estado, tanto a nivel federal como local, y en ese sentido se incluye en la Estrategia la propuesta de incrementar el presupuesto para CTI en Presupuesto de Egresos de la Federación del 1% que tiene actualmente al 2 por ciento.
Esto, comentó la científica, permitiría eventualmente llegar a que el presupuesto para CTI fuera equivalente al 1% del Producto Interno Bruto (PIB) que recomienda la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
“Llegar al 1% del PIB es aspiracional, aumentar el presupuesto en el PEF es algo real”, comentó Valderrama en charla con ejecentral.
Fomento a la innovación
“No tiene sentido que seamos la economía número 15 del mundo y la 58 en (generación de) innovación”, comentó Duténit, por lo que en la Estrategia se propone apoyar a las empresas para que hagan más actividades de investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación.
José Luis Solleiro, investigador del Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología (ICAT) de la UNAM, comentó que se propone apoyar a las empresas para que hagan más actividades de CTI. A las micro, pequeñas y medianas (Mipymes) se les darían apoyos directos, es decir recursos, y a las grandes empresas, indirectos, como incentivos fiscales sobre la inversión en investigación y desarrollo, y fomentar los emprendimientos de base tecnológica.
Actualmente, el gobierno, en sus distintos niveles e instituciones (como el IMSS o PEMEX) es un gran comprador de productos innovadores; sin embargo, ante la poca innovación que hay a nivel nacional, en general la compra afuera, por lo que se propone fomentar la innovación en las empresas nacionales para que le vendan, entre otros clientes, al gobierno.
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